Ciudad de México, 8 de octubre de 2025

Al inaugurar la semana de acción climática México por el Clima, la mandataria capitalina anunció que el sector privado participará con 10 por ciento en la meta de reducción de emisiones

Derivado de esta conjunción de esfuerzos, anunció la creación de muros verdes en los andenes del Sistema de Transporte Colectivo Metro

La Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, encabezó la inauguración de México por el Clima, Semana de Acción, un encuentro internacional que por primera vez se celebra en nuestro país y que eligió a la Ciudad de México como epicentro del diálogo y la reflexión frente al cambio climático.

“Queremos ser la capital de la acción climática, donde gobierno, sociedad y empresas trabajen unidos por la vida y por la Tierra”, manifestó en el inicio de foros y talleres de este encuentro multisectorial.

Durante el evento, realizado en el Altar a la Patria, en el Bosque de Chapultepec, la titular del Ejecutivo local dio la bienvenida a representantes de Naciones Unidas, del sector empresarial, académico, social y de pueblos originarios, así como a activistas y defensores de la Tierra, a quienes convocó a construir alianzas en favor del planeta.

Brugada Molina subrayó que este encuentro multisectorial es ejemplo de coordinación entre sociedad civil, iniciativa privada y gobiernos locales, y celebró la participación de más de 3 mil asistentes presenciales y 15 mil invitados internacionales a distancia que se suman a los trabajos de esta semana de acción climática que se llevará a cabo del 8 al 10 de octubre de 2025.

En su mensaje, hizo un reconocimiento especial al sector empresarial, que se ha comprometido activamente con proyectos sostenibles. Destacó la instalación del primer muro verde en los andenes del Metro de la Ciudad de México, iniciativa que surgió de la colaboración entre el gobierno capitalino y empresas de soluciones ambientales innovadoras.

La Jefa de Gobierno enfatizó que el mejor legado para las futuras generaciones es enfrentar la crisis climática con acciones concretas, transformando la huella de contaminación y promoviendo una cultura ambiental desde todos los sectores. “El mejor momento para actuar fue hace 20 años, pero el segundo mejor momento es ahora”, expresó.

En sintonía con los Acuerdos de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, Clara Brugada resaltó que la Ciudad de México cuenta con una política climática ambiciosa y reconocida internacionalmente, orientada a reducir las emisiones y proteger la biodiversidad.

Recordó que desde 2019 la capital ha implementado una estrategia de acción climática a largo plazo, hacia 2050, que permitió mitigar 2.3 millones de toneladas de dióxido de carbono, equivalentes a una reducción de 10 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero.

En el marco de este evento global, Brugada Molina anunció la nueva meta de reducción de 35 por ciento de gases de efecto invernadero hacia 2030, compromiso que, por primera vez, incluye la participación del sector privado, el cual aportará un 10 por ciento de esta meta común. “El planeta nos suplica unirnos por el bien de todos y todas”, expresó.

En su intervención, la secretaria del Medio Ambiente de la Ciudad de México, Julia Álvarez Icaza, subrayó que los efectos del calentamiento global ya se sienten en fenómenos como el calor extremo, las lluvias irregulares y los incendios forestales. “Cada ola de calor, cada tormenta desbordada, cada especie que desaparece nos está diciendo algo. El momento es ahora”, señaló al reconocer el esfuerzo de las organizaciones civiles que durante tres años trabajaron para hacer posible este encuentro.

La funcionaria recordó que el cambio climático no es sólo una crisis ambiental, sino también una crisis de justicia y de desigualdad, ya que, aunque no todos contaminan igual, todos pagamos las consecuencias. “El cambio climático no se combate sólo con tecnología, sino estableciendo una nueva relación con la Tierra”, enfatizó.

Durante su intervención, la directora ejecutiva de México por el Clima, Erika Valencia Torres, destacó el trabajo coordinado entre diversos miembros de la sociedad en el cuidado del medio ambiente.

“Desde ahora, cada octubre México será el punto de encuentro en que el gobierno, empresas, sociedad civil y juventudes se reúnen para repensar nuestro futuro común, para plantear juntos soluciones que restauren nuestra relación con la naturaleza”, dijo.

En la inauguración del evento la Jefa de Gobierno estuvo acompañada por el presidente ejecutivo de Empresas Globales, Frédéric García; el coordinador de la ONU en México, Peter Grohmann, así como activistas, alcaldes y alcaldesas de la ciudad, integrantes de pueblos y comunidades originarias, entre otros.

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Ciudad de México, 8 de octubre de 2025

Mensaje de la la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina; y otros asistentes, durante México por el Clima, Semana de Acción

TRANSCRIPCIÓN DE LAS PALABRAS DE LA JEFA DE GOBIERNO, CLARA BRUGADA MOLINA, DE LA SECRETARIA DEL MEDIO AMBIENTE, JULIA ÁLVAREZ ICAZA RAMÍREZ, ASÍ COMO DE REPRESENTANTES DE LA ONU, DEL CONSEJO COORDINADOR EMPRESARIAL Y ACTIVISTAS DEL MEDIO AMBIENTE, EN EL EVENTO MÉXICO POR EL CLIMA, SEMANA DE ACCIÓN

JEFA DE GOBIERNO DE LA CIUDAD DE MÉXICO, CLARA BRUGADA MOLINA (CBM): A ver, vamos a organizarnos acá.

Buenos días a todas y todos. Es un placer para la Ciudad de México, recibir y darles la bienvenida a este maravilloso evento: México por el Clima. Semana de Acción.

Por primera vez en nuestro país, y que se haya elegido nuestra capital, nuestra hermosa Ciudad de México, como epicentro de la discusión climática que se estará llevando aquí en estos días, con un gran impacto internacional.

Quiero darles la bienvenida y saludar a quienes hoy están aquí al frente en este presídium, al coordinador residente de la ONU en México, Peter Grohmann; a Frederick García, representante de los empresarios, vicepresidente del Consejo Coordinador Empresarial.

También a la directora ejecutiva de México por el Clima, Ericka Valencia; al Huerto Roma Verde, Francisco Ayala, querido, querido. Y también a la subdirectora del Campus Sustentable y de Vinculación de la UNAM, Delfina Corsi. A Camila Zepeda, representante de la SEMARNAT, del Gobierno de México, gracias.

Bueno, tenemos también a Natasha Uren, querida, nuestra directora ejecutiva del Bosque de Chapultepec. Y también a Alejandra Sences, también parte del Consejo Rector Ciudadano de este Bosque. Y también a Daniela Vilar, ministra de Medio Ambiente de la provincia de Buenos Aires —¿por dónde andas?— bienvenida, bienvenida.

Pero también quiero saludar a todos los pueblos originarios que aquí se encuentran. Un fuerte aplauso a nuestras raíces, y a los activistas en defensa de la tierra, y a las ciudadanas y ciudadanos que hoy, de manera muy emocionada, arrancan con una gran tarea en este encuentro: dialogar, proponer, accionar y defender la Tierra y defender el clima.

Quiero saludar de manera especial, a los alcaldes y alcaldesas; Javier López Casarín, alcalde de Álvaro Obregón, muchas gracias; a Lourdes Paz, alcaldesa de Iztacalco; a Fernando Mercado, alcalde de la Magdalena Contreras; Berenice Hernández, alcaldesa de Tláhuac; Circe Camacho, alcaldesa de Xochimilco, muchas gracias.

Un aplauso a los alcaldes y alcaldesas, que desde territorios distintos, también defienden, ponen su grano de arena para la tarea común.

Y quiero saludar a los secretarios y secretarias del Gobierno que hoy nos acompañan: Raúl Basulto, secretario de Obras; Mario Esparza, secretario de Gestión Integral del Agua; Manola Zabalza, secretaria de Desarrollo Económico; Juan Pablo de Botton, secretario de Finanzas de la Ciudad.

Y por supuesto, a Julia Álvarez Icaza, secretaria de Medio Ambiente y nuestra guía, justamente, en estas grandes tareas.

Saludo entonces a todas y todos, porque el día de hoy tenemos grandes tareas por hacer en este encuentro, que nació de alianzas, y que el día de hoy tiene como objetivo seguir construyendo y consolidando alianzas, para lograr nuestro gran objetivo.

México por el Clima, Semana de Acción, es un ejemplo de que cuando se pone en el centro el bien común, se pueden lograr grandes transformaciones. Y en este sentido, celebro este gran encuentro multisectorial, compuesto y a iniciativa principalmente, de las organizaciones sociales y civiles; de la gente activista que cree que otro mundo es posible y que pone su gran esfuerzo para conseguirlo.

Y miren lo que han logrado: han logrado conjuntar no sólo a la propia sociedad activa y consciente, sino que han logrado unir el día de hoy, también a la iniciativa privada; también a empresarios y empresarias, que están comprometidas con esta gran tarea. Un aplauso al empresariado.

Quiero aquí, preguntaba aquí a nuestra secretaria, si estaba Luis Rebollar, de una empresa que se llama Te Quiero Verde MX, que nos conocimos el día que públicamente hicimos una conferencia de prensa para dar a conocer este encuentro y me platicó que es una empresa que su especialidad es hacer muros verdes en los lugares más difíciles de hacer.

Entonces le puse un reto y le dije: bueno, si dices que en subterráneos y en cualquier parte podemos tener verde, hagámoslo en el Metro. Y mañana que voy a dar un recorrido por el Metro, vamos a ver nuestro primer muro verde en andenes. Y vamos a probarlo. Y si es así, pues imagínense, tan sólo de un conocimiento, de un contacto, de una propuesta.

Cuántas iniciativas, cuánto trabajo, cuánto esfuerzo que se hace de manera ciudadana, privada, que tenemos que recuperar. Así que un aplauso a los empresarios, a las empresarias, que tienen mucho que aportar.

Y el otro gran sector, que hoy aquí estamos es el sector público. Así que aquí están las secretarías, aquí están los alcaldes y alcaldesas y aquí estamos para apoyar este encuentro.

Cuando hablan de cuántas conferencias, de cuántas iniciativas se van a desarrollar, con ganas de estar en todas; con ganas de aprender, con ganas de que en este encuentro salgan los mejores acuerdos que nos ayuden a transformar.

Entonces, los convoco a que nos reunamos después del encuentro y que podamos compartir los resultados y manos a trabajar. A trabajar para hacer realidad estos acuerdos, estos talleres, estos diálogos, que a partir de hoy empiezan a ser más visibles.

Así que les doy la bienvenida a los más de 3 mil participantes, en este encuentro que están de manera presencial, y también a más de 15 mil invitados internacionales, que a distancia van a estar sumándose a estos encuentros.

Un fuerte aplauso a todos ellos, ellas y elles, en estos tres días, ya veo que llegó también la alcaldesa de Azcapotzalco, Nancy Núñez, le damos una bienvenida.

Dicen quienes saben del cambio climático, que el mejor momento para hacer algo al respecto, fue hace 20 años, y el segundo mejor momento, es ahora.

Así que hoy cuando tenemos que actuar y hoy es cuando tenemos el gran legado, que desde el gobierno y la sociedad, de cualquier persona, pueblos originarios, estudiantes, jóvenes, mayores, gobiernos, el mejor legado que podemos dejar para la sociedad, es enfrentar de manera muy sistemática, organizada, científica, enfrentar con acciones que nos ayuden a defender la Tierra, a defender el clima, a defender a la población y de transformar nuestra huella de contaminación todos los días. Es el momento histórico para lograrlo.

Aquí, imagínense ustedes, una ciudad metropolitana que consume energía, que diariamente aumenta o pareciera que aumenta la huella de carbono, pues nos genera grandes responsabilidades de diseñar nuevos modelos de desarrollo, que sean bajos en carbono y tengan el menor impacto en la naturaleza y la sociedad.

En esta ciudad, hemos diseñado una política climática ampliamente reconocida, por su ambición, por su compromiso, en la construcción de nuevas rutas de desarrollo sustentable.

En línea, como ya se decía aquí, con los objetivos del Acuerdo de París, impulsamos acciones basadas en la evidencia científica de la emergencia climática y el rol de los gobiernos subnacionales, en limitar el aumento de la temperatura mundial a 1.5 grados centígrados, a final del siglo.

Esa es nuestra tarea, de todas y de todos. Así que esta política contribuye de manera simultánea, a todos los objetivos de desarrollo sustentable de la agenda 2030, desde un enfoque de derechos y de acciones centradas en las personas.

Y suma, de manera simultánea, a otros compromisos internacionales para la conservación de la biodiversidad, de la implementación de una agenda de desarrollo sustentable y la reducción del riesgo de desastres.

Asumimos el compromiso que tenemos, de incrementar la ambición climática en nuestro país. Y hemos colaborado con el Gobierno de México, para identificar cómo podemos sumar a esas grandes metas de mitigación y de adaptación, establecidas en la contribución nacionalmente determinada de México ante las Naciones Unidas.

A partir de la acción en todos lados: de la acción en territorio, con las comunidades, pero con la acción también, de la iniciativa privada, y por supuesto, y por delante, del gobierno.

También tenemos que recordar, que desde 2019 la ciudad puso en marcha una estrategia de acción climática de largo plazo, hacia 2050.

Con muchas medidas de mitigación y adaptación y se hizo el Programa de Acción Climática de la Ciudad de México 2019-2024 y permitió la mitigación de 2.3 millones de toneladas de dióxido de carbono, equivalente al 2024, logrando la reducción del 10 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, en la Ciudad de México. Es decir, no partimos de cero; partimos de un gran trabajo que se hizo en este sentido y le damos un aplauso y reconocimiento a la presidenta Claudia Sheinbaum, que fue quien dirigió, convocó y logró estos resultados.

Y por ello, en el marco de este evento global, nos emociona mucho que la Ciudad de México eleva su ambición, y anunciamos frente a ustedes, y qué mejor momento que éste, el incremento en la meta de reducción de emisiones de gases efecto invernadero: a 35 por ciento hacia el 2030.

Esa es la meta que nos proponemos; esa es la meta que hoy damos a conocer, y estamos claros de que como gobierno no podemos solos.

El planeta nos suplica a gritos, unirnos por el bien de todos y de todas.

Por ello, por primera vez en esta meta, en este compromiso, incluimos al sector privado en estas metas comunes de la ciudad, y de esta manera me siento muy feliz de anunciar, que de manera inédita y en acuerdo con la iniciativa privada, aquí en la Ciudad de México, que provocó reuniones, procesos, talleres, en fin, este compromiso contempla, de ese 35 por ciento, la aportación del 10 por ciento de la reducción de emisiones de la iniciativa privada.

Así que un fuerte, fuerte, aplauso.

Agradezco de corazón a todas las empresas, industrias y giros que se han sumado a esta meta común. A restauranteros, a hoteleros, a empresas del sector de la construcción; tecnología, corporativos y un sinnúmero de empresas, muchísimas gracias.

Así que vamos juntos, juntas, gobierno, pero también con la iniciativa privada, a cumplir con uno de los grandes temas que tenemos aquí enfrente.

Quisiera entonces decirles, que el día de hoy para nosotros es muy importante, porque nos estamos comprometiendo con metas y objetivos, que en verdad implican un gran programa para la ciudad.

Hoy no es el momento de la exposición de este programa, pero pronto, en estos días, después de los resultados que ustedes tengan, y si eso nos permite sumar estas propuestas a lo que tenemos ya considerado, pues me parece mejor.

Así que, estar el día de hoy acá no es proclamar metas. Significa un compromiso de rendir cuentas, año con año, sobre este tema.

Entonces vamos a continuar con lo que hoy empieza en este encuentro, para que nos reunamos año con año, y para que podamos estar evaluando nuestros avances, o enfrentar los retos de manera conjunta.

Debemos entender que la cultura climática no es un complemento educativo, sino, como bien se decía aquí, una ruta que nos debe guiar, de todos los niveles de Gobierno.

Hoy tenemos Gobierno de México, gobiernos locales desde las alcaldías, y Gobierno de la ciudad, los tres niveles de gobierno, comprometidos con este tema.

Y tenemos a la iniciativa privada, tenemos a una gran ciudadanía, de los pueblos originarios y activistas, que luchan todos los días por este tema. Así que no hay mejor momento histórico que éste para garantizar cumplir estas metas.

Y tenemos como guía a la SEDEMA, a la Secretaría del Medio Ambiente, y tenemos como guía a las alcaldías, que también nos tienen que ayudar. Tenemos muy clara la brújula hacia dónde tenemos que ir.

Entonces quiero reconocer a todas y todos, a la comunidad científica, cuya evidencia nos hace que tengamos métodos con carácter de urgente para actuar. También a las organizaciones sociales, que nos interpelan en cada momento, y que también nos acompañan a estas grandes acciones y a enfrentar estos desafíos.

Pero también al sector privado, que firma compromisos verificables. Y a las alcaldías y dependencias que trabajan por el clima.

Aquí no es que sólo la Secretaría del Medio Ambiente tiene el plan; es que la Secretaría de Obras tiene que actuar con ese plan, que la Secretaría de Gestión Integral del Agua, que la Secretaría de Finanzas, que la Secretaría de Desarrollo Económico, y que todo el gobierno actúa al unísono para cumplir las metas.

Así que les doy la bienvenida a quien nos visita de América, de Europa, de Norteamérica, y les digo: la Ciudad de México está abierta a colaborar a compartir y a aprender.

Y quiero que la Ciudad de México no sólo sea la capital de la trasformación en general, sino que podamos convertirnos en la capital climática, en la capital de acción frente a esto.

Así que es el momento de profundizar alianzas, de hacer todos los intercambios. Qué mejor momento de escuchar las experiencias de otras ciudades, y retomarlas o transmitir la experiencia de lo que hemos hecho aquí.

Las soluciones urbanas son transferibles, y la ONU nos tiene que apoyar en este sentido. Así que hagamos durante estos días, un pacto de ciudades que cooperan por la vida; que cooperan en defensa de la Tierra.

Y a las y a los jóvenes que hoy nos acompañan en este proceso, son el motor moral de la transformación climática. En ustedes reside esa gran tarea.

Así que, ¡que vivan los jóvenes que hoy se suman, participan, impulsan!

La ciudad es suya, de todos ustedes, de los que están acá, de los que vienen al encuentro, porque es una ciudad que vamos a heredar para mañana. Y, ¿qué herencia queremos dejar?

Así que bienvenidas y bienvenidos.

¡Que vivan los pueblos originarios, las comunidades de los territorios! ¡Que vivan las y los activistas medio ambientales! ¡Que vivan las empresas comprometidas! Y que vivan los gobiernos que actúan y que no sólo hablamos.

Muchas gracias.

Muchísimas por el reconocimiento.

Muchísimas gracias, gracias.

REPRESENTANTE DEL GRUPO CONSEJO UNIVERSAL DE SABIDURÍA ANCESTRAL, LEOBARDO PEÑA (LP): Mensaje a Cuauhtemotzin. Nuestro sol se ocultó. Nuestro sol desapareció su rostro y en completa oscuridad nos ha dejado. Pero sabemos que otra vez volverá; que otra vez saldrá. Y nuevamente nos alumbrará.

Pero mientras allá esté, en la mansión del silencio y permanezca, muy prontamente reunámonos, estrechémonos. Y en el centro de nuestro ser, ocultemos todo lo que nuestro corazón ama, y que sabemos que es un gran tesoro.

Destruyamos nuestros recintos al principio creador, nuestras escuelas, nuestros campos de pelota, nuestros recintos para nuestra juventud, nuestras casas para el canto y el fuego.

Que nuestros caminos queden abandonados, y que nuestros hogares nos resguarden hasta cuando salga nuestro nuevo sol.

Los papacitos y las mamacitas, que nunca olviden guiar a sus jóvenes, y hacer saber a sus hijos mientras vivan, cuán buena ha sido hasta ahora, nuestra madre Tierra Anáhuac, al amparo y protección de nuestro destino, y por nuestro gran respeto y buen comportamiento, confirmados por nuestros antepasados, y que nuestros papacitos muy ansiosamente sembraron en nuestro ser.

Ahora les encargamos a nuestros hijos, que no se olviden de informar a sus hijos, cuán buena será, cómo se levantará y alcanzará fuerza, ésta nuestra amada madre Tierra Anáhuac.

Gracias.

REPRESENTANTE DE LA AGRUPACIÓN TLAHUIZCALLI, KARLA MARTÍNEZ (KM): Nuestro sol reaparece. Nuestro sol reaparece en el horizonte de nuestra madre Tierra. Y es a nuestra generación, a la que le corresponde continuar la construcción de la raza humana de todos los colores. La luz que alumbró a nuestros abuelos, regresa y nos da su calor para continuar la obra del gran espíritu.

Padre, madre, creadores, que se expresan a través de todas las fuerzas de la naturaleza y del hombre. La filosofía y visión de nuestros ancestros. Salimos a la luz pública después de cinco siglos de resistencia y silencio.

Hoy tenemos la fuerza de nuestros valores espirituales, para rescatar la identidad de la energía cósmica de la existencia, que conduce a la realización personal del ser humano, en equilibrio con la naturaleza.

Nuestros principios se sustentan en la hermandad de todos los seres humanos y con todas y cada una de las formas de vida, ya que todos constituimos una sola familia cósmica.

Somos una sola raza de cuatro colores: blanco, rojo, amarillo y negro, que con nuestras diferentes mezclas, tenemos el mismo origen y compartimos principios similares. Por tanto, aceptamos todas las expresiones de energía y la vida en la tierra y en el cosmos que nos rodea.

Somos la genuina manifestación de un espíritu creador, que cada quien concibe de forma muy personal y legítima, basados en el principio de que todas las creencias son válidas; basados en el principio de respeto de todas las creencias, en que esperamos respeto a las nuestras.

Con el conocimiento que se ha obtenido a lo largo de muchos años, pedimos hoy no sólo el respeto, sino la comprensión y la participación para volver a las fuentes de inspiración de todos y cada uno de nuestros abuelos.

Cultivando y venerando las diferentes formas de energía en esta tierra y de la vida que existe en la naturaleza y también la que habita en nuestro interior.

Con nuestra fuerza puesta en Téotl, el gran espíritu, realzamos nuestras ceremonias sagradas, para así poder guiar nuestra conciencia a las formas sagradas, con el apoyo mutuo entre quienes compartimos los mismos principios, para así construir una vida de evolución, de amor, de compasión y de paz.

Todos nacemos libres, con el principio de la dualidad creadora, en todos los niveles superiores.

Hacemos un llamado a los hombres y a las mujeres de nuestro planeta, para así superar nuestra memoria ancestral; para fortalecer nuestra voluntad y juntos construir una nueva humanidad. Memoria, inteligencia y voluntad, son nuestro legado.

Queremos un mundo sin hambre, sin destrucción, sin muerte, sin injusticias, sin retrasos sociales y así, desde esta línea, con justicia, amor y dignidad, todos somos uno.

Gracias.

REPRESENTANTE DE HUERTO ROMA VERDE, FRANCISCO AYALA (FA): Bueno, pues como decía aquí, (inaudible), que son las manos que trabajaron esta piedra, pues esta piedra ya trabajó para dar alimento a todos nosotros. Es una piedra de molino, de maíz de nixtamal que cumplió su ciclo, y bueno, hoy está cumpliendo un ciclo más.

A nombre de las organizaciones que nos sumamos a México por el clima, queremos darle a la jefa de Gobierno de la gran Tenochtitlán, de la Ciudad de México, la licenciada Clara Brugada, este reconocimiento por su invaluable acción en favor del acuerdo interestatal que impulsó a favor del Bosque de Agua.

El Bosque de Agua es un espacio ecosistémico vital para el equilibrio socioambiental, que circunda tres entidades federativas, que se benefician de los servicios ambientales que nos ofrece, pues permite que múltiples especies de flora y fauna, cohabiten en su ciclo reproductivo.

Además de dotar a 25 millones de personas de agua y a muchas comunidades que viven en el Suelo de Conservación, de la posibilidad de realizar actividades agroecológicas productivas. Desde aquí, un reconocimiento también a los campesinos y campesinas, que sostienen con sus manos la ardua labor de la labranza. A ellos y a ellas, nuestro más sentido agradecimiento.

Vivimos tiempos difíciles para la sostenibilidad planetaria. Las décadas por venir serán decisivas y definitorias para la humanidad, y para todos los seres vivos que habitamos la Tierra.

Por ello, no hay asunto más necesario y urgente, que atender el tema ambiental, pues no puede haber desarrollo social y progreso económico, si éstos no respetan los ciclos naturales de los ecosistemas que posibilitan que la Biósfera tenga la capacidad de sostener la trama de la vida.

Necesitamos de manera urgente, que todos los sectores trabajemos juntos, para lograr las transformaciones profundas que necesitamos enfrentar.

Por ello, desde aquí lanzamos un llamado a todos los niveles de gobierno, a que verdaderamente comiencen a actuar para enfrentar la emergencia ambiental, introduciendo en todas nuestras normativas la perspectiva ambiental y otorgando presupuestos suficientes para ejercer la gran transformación socioambiental, que los tiempos de hoy nos demandan.

Se trata pues, de un asunto de seguridad nacional, que hoy nos toca asumir con la responsabilidad que esto representa, pues lo que hagamos o dejemos de hacer hoy, repercutirá en generaciones futuras.

Atendamos las voces de nuestras abuelas y abuelos, los que desde tiempos remotos, sabían escuchar a los elementos que nos constituyen; que respetaban los ciclos sagrados del tiempo y convivían con los seres vivos y no vivos, en la espesura del espacio, para así guardar un equilibrio, una reciprocidad, una armonía que traducían en danzas y cantos.

¡Que florezca la luz!

Y sin justicia ambiental, no puede haber justicia social.

Muchísimas gracias.

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El futuro es una construcción colectiva que comienza hoy.

Desde la Ciudad de México, del 8 al 10 de octubre, el Bosque de Chapultepec será el corazón de un encuentro que posicionará a nuestro país como epicentro de la innovación climática en Latinoamérica.

México por el Clima, Semana de Acción, es un llamado a actuar desde lo local, para transformar lo global.

Nuestro propósito es generar un espacio inclusivo para el diálogo, que permita crear alianzas duraderas y detonar acciones para un futuro regenerativo y sostenible, porque la solución a los desafíos más apremiantes de nuestro tiempo, reside en la colaboración, la innovación y el compromiso inquebrantable.

Es momento de unirse a la iniciativa que romperá paradigmas en México.

DIRECTORA EJECUTIVA DE MÉXICO POR EL CLIMA, EN ESTA SEMANA DE ACCIÓN, ERIKA VALENCIA TORRES (EVT): Saludo con profundo respeto y admiración, a quienes hoy nos acompañan en este presídium: Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México; Julia Álvarez Icaza, secretaria de Medio Ambiente de la ciudad.

A Peter Grohmann, coordinador residente de las Naciones Unidas en México; Frederick García, del Consejo Coordinador Empresarial; miembros del gabinete del Gobierno de la Ciudad de México.

Natasha Uren, gracias por ser quien ha albergado desde el Bosque de Chapultepec, esta iniciativa y esta primera semilla.

Hoy México escribe un capítulo en la historia climática del mundo. Se trata de una etapa que nace de la unión entre sectores y generaciones, en la que se funden las propuestas y las voluntades, la sinergia y el aprendizaje.

Hoy se abre un episodio de la vida mexicana, por una creencia profunda e inquebrantable. Si actuamos, todo es posible.

Les agradezco su presencia, pero sobre todo valoro su voluntad, para colaborar y recordar de manera activa, que este movimiento es de todas y de todos. Porque somos una comunidad en movimiento. Inauguramos hoy, con miras a un horizonte amplio, el resultado de una larga e intensa lucha.

Saludo también a cada persona presente; a los representantes de gobierno, a las empresas, a las universidades; a las juventudes, a los pueblos originarios; a los colectivos, a las organizaciones, a los medios de comunicación y a la ciudadanía.

Porque México por el Clima, Semana de Acción, pertenece a todas las mentes, a todos los corazones y a todas las manos que deciden transformar y construir un futuro más sostenible, equitativo para todas y todos.

Después de más de 3 años de trabajo, logramos consolidar una gran alianza con el Grupo Climático, esta organización internacional que ha posicionado a la Semana del Clima de Nueva York, de Londres, de Washington y de Singapur, como cinco de las 150 ciudades en el mundo, con un encuentro climático no gubernamental, multisectorial más influyente del mundo.

Gracias a esta alianza, la Ciudad de México se suma, a partir de este año, a ciudades como Nueva York, Londres, Singapur, Washington, como sede oficial de este esfuerzo, abriendo un nuevo capítulo para América Latina.

Es importante destacar la participación de las diversas agencias de Naciones Unidas en México, que trabajan para el desarrollo sustentable, recordando que el próximo 24 de octubre se conmemorará el 80 aniversario de su fundación.

Desde ahora, cada mes de octubre México, será el punto de encuentro en el que el gobierno, empresa, sociedad civil y juventudes, se reúnen para repensar nuestro futuro común; para plantear juntos soluciones que restauren nuestra relación con la naturaleza.

México por el Clima, Semana de Acción, nació por el gran amor por los territorios, pero sobre todo por la pasión y voluntad, por tomar acción para hacer de éste un mundo mejor. De las barrancas que alguna vez fueron basureros, y hoy vuelven a tener agua, árboles, comunidades, a ser resignificadas.

De la certeza que es necesario un cambio de paradigma, para conservar y regenerar la Tierra y restaurar la salud de los ecosistemas. Esa iniciativa es un movimiento intersectorial e intergeneracional sin precedentes. Un terreno común, en el que la diversidad de voces encuentra resonancia en la colaboración.

Y aquí me detengo a agradecer a todas las personas que conforman al equipo: los comités, las mesas de trabajo, los voluntarios que hicieron de este sueño una realidad, pues sin ustedes nada de esto hubiera sido posible.

Buscamos habilitar puentes, sinergias, articulaciones entre sectores; promover la escucha y la inspiración mutua. Dotar de visibilidad a las múltiples iniciativas que ya están cambiando el rumbo de México.

Nos llena de orgullo presentar esta plataforma viva, en la que se trabajará durante todo el año y en la que cada octubre se renovarán compromisos, se dará seguimiento y se nutrirá el Atlas de iniciativas que fortalecerá las redes de acción climática, con eco internacional, con especial énfasis a crear una injerencia en América Latina.

Un especial agradecimiento por el respaldo que el Gobierno de la Ciudad de México, a través de la jefa de Gobierno, Clara Brugada, ha ofrecido a esta iniciativa.

Asimismo, reconocemos la labor de la Secretaría del Medio Ambiente de la ciudad, encabezada por Julia Álvarez Icaza y su equipo, pieza fundamental para la organización de este encuentro, al que han llamado el Mundial de la Sostenibilidad, Natasha.

Agradecemos también a la SEMARNAT que visibilizó esta colaboración durante Climate Week New York, la semana del clima de Nueva York ante las Naciones Unidas, invitando al mundo a sumarse a esta nueva narrativa desde México.

Hoy en el Altar a la Patria, recordamos nuestra historia y nuestro deber de proteger a la vida. En el Cárcamo de Dolores honraremos al agua, a la tierra, a la fuerza de la naturaleza y a la regeneración que viene, desde cuidar lo que la Tierra nos da todos los días para poder nutrirnos.

En el Papalote Museo del Niño miramos a estas generaciones que heredarán lo que hagamos hoy. Muchísimas gracias, Ale.

Esta primera edición, reúne a más de 3 mil asistentes directos y a 15 mil indirectos, con la participación de más de 450 organizaciones, con más de 350 ponentes, más de 150 actividades nacionales e internacionales, y con más de 70 eventos satelitales sucediendo desde la semana pasada en la Ciudad de México.

Aquí se encuentran gobiernos, organizaciones, academia, medios, empresas, comunidades, juventudes, y la colaboración activa de grupos sociales y pueblos originarios.

Pero más allá de las cifras, lo que realmente importa es lo que sembramos.

VICEPRESIDENTE DEL CONSEJO COORDINADOR EMPRESARIAL, FREDERICK GARCÍA MALLITZ (FGM): Muy buenos días a todas y a todos.

Saludo con profundo respeto, a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, licenciada Clara Brugada. Gracias. Y a todo su equipo del gabinete, entre ellos, Manola, Alejandra, un gusto verlas.

Saludo también con afecto, al maestro Peter Grohmann, coordinador residente de las Naciones Unidas en México. A la licenciada Altagracia, aunque no la veo, pero le mando saludos.

A las diputadas Elvia Estrada Barba, Adriana Espinosa de los Monteros; a Erika Valencia, por supuesto. Felicidades por este gran, gran evento, y gran iniciativa.

Es un honor estar aquí, en representación del presidente del Consejo Coordinador Empresarial, el licenciado Francisco Cervantes Díaz, en este pódium con tantas destacadas personalidades. México por el Clima no sólo es un evento, es un símbolo de colaboración entre gobierno, empresas, academia y sociedad civil.

El cambio climático no se combate con discursos, sino con alianzas efectivas, conocimientos, acciones, y todo esto, de forma totalmente coordinada.

Ayer tuve el privilegio de participar en el evento organizado por Bloomberg, sobre energía, donde se analizó el futuro energía-estético del país, y su relación con la transición climática.

Las conclusiones fueron muy claras: los retos son enormes, pero las oportunidades aun mayores.

Si apostamos por la innovación, por las cooperaciones entre sector público y sector privado, si esta conversación sobre energía y desarrollo sostenible es parte de un mismo camino, lograremos nuestros propósitos: transformar el compromiso climático en una nueva área de crecimiento para México.

Desde el CCE, reafirmamos nuestro compromiso con la transición hacia una economía baja en carbono. El sector empresarial mexicano está innovando, reduciendo emisiones, mejorando la eficiencia energética, cuidando el agua y adoptando modelos de economía circular.

Sabemos que la acción climática no es un costo, sino una oportunidad de desarrollo y competitividad para el país.

Por eso queremos seguir trabajando de la mano con el Gobierno, con la sociedad civil, con las universidades, con las comunidades, para que México se convierta en líder de la transición verde en América del Norte.

Hoy desde el Altar a la Patria, recordamos que proteger el clima es honrar a México y abrazar nuestra responsabilidad,como ciudadanos del planeta.

El sector empresarial mexicano está listo para construir soluciones reales, con innovación, inversión y responsabilidad, porque el futuro nos espera. El futuro se construye, y se construye juntos.

Muchísimas gracias.

COORDINADOR RESIDENTE DE LA ONU EN MÉXICO, PETER GROHMAN (PG): Muy buenos días a todas y todos.

Quisiera especialmente saludar a la jefa de Gobierno, Clara Brugada, con mucho afecto. A todos los integrantes del gabinete. A la representante de México por el Clima; empresarios todos que están aquí con nosotros en el presídium. A todos ustedes, muy buenos días.

Quisiera tal vez primero decir, que parece que hoy el clima está jugando con nosotros, entre lluvia o llovizna y sol, les quisiera agradecer especialmente a ustedes, por la ceremonia con la que nos recordaron con toda la sabiduría, que solamente podemos vivir en armonía y con respeto a la naturaleza.

Y hemos visto que, como hombres, y digo más conscientemente, que los hombres no pueden, o el hombre no puede controlar el clima.

Y por eso, tenemos que vivir en armonía, porque eran muchas veces los hombres que tomaron y muchas veces hombres blancos, que tomaron las decisiones que nos ha creado esta aceleración del cambio climático, que nos va a afectar a todos.

México se suma hoy a una trayectoria global que ha marcado hitos en Nueva York, en Londres y en otras capitales, abriendo hoy un capítulo propio en América Latina.

México por el Clima no es un evento más; es un espacio multisectorial y sin precedentes, que conecta a gobiernos, empresas, academia, juventudes, pueblos indígenas y sociedad civil.

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, lo dijo con claridad en la Asamblea General: la ciencia exige acción, la economía lo exige y la gente lo reclama.

Aún estamos a tiempo de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 grados, pero sólo si actuamos mucho más rápido y en conjunto.

Los beneficios son evidentes. El año pasado, la inversión en energía limpia, superó los 2 billones de dólares; 800 mil millones más que los fósiles. El sol y el viento ya son la energía más barata. Crean empleos, dan seguridad y soberanía.

La era limpia es imparable, pero debemos acelerarla y hacerla justa, para que nadie se quede atrás. Las soluciones ya existen: transporte eléctrico que limpia el aire; edificios eficientes que consumen menos; ciudades resilientes que protegen a las comunidades frente a sequías, inundaciones; cadenas de suministro sostenibles que pongan a las personas y al planeta, al centro.

El reto es que estas soluciones lleguen a todas y todos, con financiamiento accesible y cooperación efectiva.

México tiene la oportunidad de convertirse en un ejemplo de innovación climática, con más de 150 actividades en los próximos días, desde finanzas sostenibles, hasta justicia climática; desde sistemas alimentarios hasta soluciones basadas en la naturaleza, pondrán de relieve que la acción climática, es también acción por la prosperidad, la equidad y la paz.

Pero debemos ser claros: la acción climática sólo será creíble, si es justa. Los países y comunidades que menos han contribuido a la crisis, son los que más la sufren.

Aquí en México, la voz de los pueblos originarios, de la juventud y de las mujeres, será decisiva para que la transición energética y económica, sea también una transición de justicia social y climática. Como lo recordó la secretaria de Medio Ambiente, Alicia Bárcenas, sólo si se construye desde los territorios y con sus actores.

Amigas y amigos. Este año conmemoramos, como ya se ha dicho, el 80 aniversario de las Naciones Unidas. Ocho décadas después, la ONU sigue siendo un espacio único, indispensable, que transforma vidas.

Desde la recuperación de la capa de ozono, hasta la agenda 2030, el Acuerdo de París y el Acuerdo de Escazú, entre muchos otros.

Gracias al multilateralismo, el aumento previsto de la temperatura mundial ha descendido, de cuatro grados a menos de tres, si las contribuciones determinadas a nivel nacional, se cumplen plenamente. México, como país fundador, ha estado siempre en el corazón de la ONU y de este esfuerzo.

Hoy, lo reafirma inaugurando México por el Clima, desde un lugar histórico: el Altar a la Patria en el Bosque de Chapultepec, desde una ciudad y un bosque, que simbolizan inclusión, igualdad y sostenibilidad.

Cada compromiso que nazca de esta semana, contará en la ruta, hacia la COP 30 en Belén, donde el mundo espera un plan de respuesta global creíble.

La ONU en México está aquí para acompañar, articular alianzas y contribuir a que las soluciones se implementan de manera plural e inclusiva, alineadas con compromisos internacionales y prioridades nacionales.

Con esperanza, convicción y sentido de urgencia, les invito a hacer de México por el Clima, un punto de partida decisivo, para reconocer y actuar el ritmo que nos exige este momento histórico.

Les deseo mucho éxito, y muchas gracias.

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El cambio climático en la Ciudad de México.

La Ciudad de México enfrenta el gran desafío del cambio climático.

Aunque durante las últimas décadas, se han desarrollado importantes y exitosas estrategias de acción climática, hoy todavía generamos alrededor de 23 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero.

El 70 por cierto proviene del transporte, y el 30 por ciento restante, es causado por la industria, los comercios y servicios, el uso de energía y la generación de residuos en los hogares y actividades económicas.

En el Gobierno de la Ciudad de México, estamos convencidos de que sólo una política participativa, más ambiciosa e innovadora, nos permitirá transitar hacia una ciudad neutra en emisiones, resiliente, justa e incluyente, para construir juntas y juntos, una ciudad verde de justicia ambiental.

Desde 2019, pusimos en marcha una estrategia de acción climática, de largo plazo hacia 2050, con medidas de mitigación y adaptación, que en 2024 lograron mitigar 2.3 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente, reduciendo en 10.5 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero de nuestra ciudad; así como fortalecer las capacidades de adaptación y resiliencia de las comunidades y ecosistemas de la Ciudad de México.

El día de hoy, reafirmamos nuestro compromiso con el Acuerdo de París y los Acuerdos Internacionales de Desarrollo Sustentable, para que la Ciudad de México contribuya a limitar el aumento de la temperatura global, a 1.5 grados centígrados, para el final de este siglo, y que sea un ejemplo de liderazgo urbano a nivel nacional y mundial.

Presentamos la actualización del Programa de Acción Climática hacia 2030, con objetivos más ambiciosos, que fueron construidos a través de un proceso de diálogo y participación multisectorial.

Cinco talleres participativos, con más de 600 personas, que hicieron cerca de 500 aportaciones de la sociedad civil organizada, el Sector Privado, la academia, el Gobierno Federal, las alcaldías, organismos internacionales y personas expertas.

Media centena de reuniones y mesas de trabajo, con las más de 30 dependencias y organismos, que integran la Comisión Interinstitucional de Cambio Climático de la Ciudad de México.

Una consulta digital activa, desde inicios de septiembre, que hasta el momento ha reunido cerca de 200 propuestas y prioridades de la población, para establecer compromisos claros de justicia ambiental.

Unámonos al Segundo Piso de la Transformación de la Ciudad de México.

Un referente en adaptación, resiliencia y acción climática.

Gobierno de la Ciudad de México, Capital de la Transformación.

SECRETARIA DEL MEDIO AMBIENTE, JULIA ÁLVAREZ ICAZA RAMÍREZ (JAIR): Con su permiso, jefa de Gobierno, compañeras y compañeros del presídium, y particularmente a los organizadores de este evento, que llevan alrededor de tres años preparando este momento.

Misión cumplida, compañeras, compañeros, organizaciones de la sociedad civil: lo lograron. Felicidades y muchas gracias por su perseverancia a favor de la Tierra.

Antes, un aplauso. Antes, cuando hablábamos de cambio climático, parecía que hablábamos de futuro. Sin embargo, hoy venimos a hablar del presente, porque el cambio climático ya nos alcanzó.

Lo sentimos en el calor que no se va, en la lluvia que no llega, o en la que llega en abundancia extrema; en los bosques que arden y en los ríos que se secan.

Cada ola de calor, cada tormenta desbordada, cada especie que desaparece, nos está diciendo algo: el momento es ahora.

Durante mucho tiempo pensamos que la Tierra podía resistirlo todo; que era infinita, que podíamos tomar sin devolver. Pero la Tierra no nos pertenece. Somos nosotros quienes le pertenecemos a ella.

Hoy la humanidad se encuentra frente a un espejo, y ese espejo nos pregunta: ¿seremos la generación que ignoró las advertencias o la generación que decidió cambiar el rumbo?

El cambio climático no sólo es una crisis ambiental; es una crisis de justicia, como ya se ha dicho. De desigualdad y de cuidado, porque no todos contaminan igual, pero todos pagamos las consecuencias, y unos más que otros, particularmente los pobres, los países más pobres. El llamado: sur global.

Porque mientras unos pocos concentran los recursos, millones enfrentan sequías, inundaciones y pérdidas irreparables. Pero también es cierto que en cada rincón del planeta, surgen semillas de esperanza como los tres días que empiezan a partir de hoy.

Comunidades que cosechan lluvia, jóvenes que siembran árboles, campesinas y campesinos que guardan las semillas nativas. Ciudades que avanzan hacia lo circular y abandonan la economía lineal; personas que eligen caminar, andar en bicicleta, compartir, reducir y reciclar.

El cambio climático no se combate sólo con tecnología y con nueva y más infraestructura climática. El cambio climático se combate estableciendo una nueva relación con la Tierra. Algo simple pero poderoso: cuidar.

Cuidar el agua, cuidar el aire, cuidar los suelos, cuidar la vida. Porque cuidar, como nos lo han enseñado las feministas, no es un gesto pequeño; es el acto más revolucionario de nuestro tiempo, y así lo concebimos en el Gobierno de la Ciudad de México.

No hay planeta B, pero sí hay un plan A: accionar, transformar, resistir, organizarnos y hacerlo juntos, como nos lo han enseñado a lo largo de estos meses, en México por el Clima. Porque la Tierra no necesita que la salvemos, sino necesita que la amemos.

Y ese amor lo tenemos claro en el Gobierno de la Ciudad de México, encabezado por la jefa de Gobierno, Clara Burgada, quien apoyó desde el minuto uno, la iniciativa que hoy se está inaugurando. Se demuestra con acciones todos los días y en todos los niveles.

En todas las secretarías, la crisis climática nunca más es un tema únicamente de las secretarías del medio ambiente y este presídium con su diversidad, lo demuestra.

Con planeación urbana que nunca pierda de vista, que ya no se puede pensar las ciudades sin por un lado, contemplar la nueva realidad a la que nos toca enfrentarnos. Lo que en lenguaje climático se le llama adaptación, y por otro lado, mitigar, es decir, prohibido resignarnos. No dejaremos de actuar en dos sentidos: adaptarnos y transformar la realidad, a punta de reducciones de emisiones y de acciones cada vez más urgentes.

Lo tenemos claro, y por instrucciones de la jefa de Gobierno, con este sentido de responsabilidad actuamos este primer año de gobierno, y actuaremos así el resto de la administración que nos toca encabezar.

Bienvenida a la Semana de Acción Climática, a la Ciudad de México.

Muchas gracias a todas y a todos.

Texto y Fotografías: Gobierno de la Ciudad de México