Comisión de Igualdad de Género organizó conversatorio sobre violencia obstétrica

Ciudad de México, 1 de diciembre de 2025

Es un espacio para reflexionar, compartir experiencias y proponer soluciones: diputada Burgos Hernández (Morena)

La Comisión de Igualdad de Género, que preside la diputada Anais Miriam Burgos Hernández (Morena), llevó a cabo la mesa de discusión denominada “Cuerpos y derechos: conversatorio sobre violencia obstétrica”, en el marco de los 16 días de activismo por la eliminación de las violencias contra las mujeres, niñas y adolescentes.

La diputada Burgos Hernández mencionó que es un tema que muchas veces es invisibilizado, ya que se manifiesta en prácticas médicas o administrativas que dañan la salud física o emocional de las mujeres durante el embarazo, el parto o el puerperio.

Dijo que en algunos casos se realizan cesáreas innecesarias y episiotomías sin consentimiento; negativas a administrar anestesia, tratos autoritarios e imposición de métodos anticonceptivos sin autorización. “Al reconocer esta violencia debemos construir un marco legal que garantice una atención respetuosa, digna y con perspectiva de derechos humanos.

El conversatorio, subrayó, es un espacio para reflexionar, compartir experiencias y proponer soluciones. “Se debe visibilizar este tipo de espacios, ya que durante muchos años hemos vivido en un sistema patriarcal en el que las mujeres únicamente cumplen un rol y el gran reto es mover el sistema estructural con el que hemos crecido y se han establecido roles de género a lo largo de todo este tiempo”.

Elida Flores Melo, de la Colectiva Mujeres Morena República, explicó que la violencia obstétrica es una forma de patriarcado en las instituciones de salud que actualmente no se legisla y es necesario erradicar, ya que es ejercida por los profesionales de la salud en mujeres embarazadas, en labor de parto y en el puerperio.

La finalidad es que se visibilice la violencia obstétrica, debido a  que se ha normalizado mediante el maltrato psicológico, físico, la humillación verbal y, en algunos casos, cirugías a mujeres para ser esterilizadas con anticonceptivos invasivos. “Tenemos que transformar la educación médica y trasladar la perspectiva de género a este sector”.

Guadalupe Cortés Benítez, de la Secretaría de las Mujeres del Estado de México, comentó que esta violencia les quita los derechos a las mujeres, por los tratos deshumanizados, el abuso de la medicación sin consentimiento, los procesos naturales, negación de información, prácticas invasivas, anticoncepción sin preguntar y cesáreas innecesarias.

Señaló que México es uno de los países que realizan cesáreas sin ser necesarias y representan una de las principales violencias institucionales, a tal grado que el 30 por ciento de las mujeres “hemos sufrido violencia obstétrica al momento de acudir al parto”.

La subdirectora del Hospital General de Chalco, María del Socorro Medina Arias, afirmó que el impacto que genera esta violencia en muchas ocasiones termina en muerte materna tras la omisión o negación de su atención. Resaltó que una de cada tres mujeres sufre violencia en el parto y es mayor en jóvenes de bajos recursos económicos y con discapacidad.

Añadió que para prevenir esta situación se debe dar atención con privacidad, integridad física, trato adecuado y permitir que tomen su propia decisión, además de que tienen derecho a información clara y con consentimiento y a un parto sano, que son la base de una atención digna.

Por su parte, Yunuen Gómez García, de la Secretaría de las Mujeres del Estado de México, recalcó que se tiene que brindar información correcta y oportuna a las mujeres, además de un procedimiento fácil e incluyente en el que no se discrimine a nadie.

Mencionó la importancia de garantizar el derecho a decidir y en el caso de los partos el vínculo inmediato con el recién nacido con un trato respetuoso y la difusión de sus derechos. Debemos crear un protocolo más estricto en el que se sensibilice al personal para que el servicio médico sea más humano hacia las mujeres.

Del Centro de Atención a la Mujer Víctima de Violencia Intrafamiliar, Griselda Lozada Tavera explicó que la violencia obstétrica ocurre en los servicios de salud durante el embarazo, parto, posparto o procesos reproductivos, por lo que no es un problema individual sino estructural que vulnera los derechos, la dignidad y la vida.

Indicó que para prevenir y erradicar la violencia se necesita mayor difusión de protocolos entre personal médico y pacientes con una capacitación en derechos humanos y enfoque de género. Es necesario un registro claro del consentimiento informado y de la supervisión interna de mecanismos.

Texto, Fotografía y Video: Cámara de Diputados