Canberra.- El Departamento de Medio Ambiente y Agua de Australia investiga la muerte por envenenamiento de unas 60 aves corella en el norte de la ciudad de Adelaide, donde se desplomaron del cielo, de los árboles, con sangre en sus picos y llorando de dolor.
Al
parecer la mayoría de los ejemplares caídos pertenece a una especie protegida
en el sur de Australia, las corellas de pico largo, a las cuales capturar o
matar se castiga con elevadas multas o incluso la cárcel.
Las
aves, en su mayoría blancas con un anillo ocular azul carnoso y un parche rosa
pálido entre el ojo y el pico, comenzaron a desplomarse la tarde del miércoles
cerca de una escuela primaria, donde varios niños se encontraban y quedaron
horrorizados por la trágica escena.
Las
autoridades del colegio pidieron auxilio a un grupo en defensa de las aves,
Casper´s Bird Rescue, cuyos voluntarios acudieron al lugar y comprobaron la
muerte de varias de las aves y que otras estaban sufriendo demasiado. Aunque
fueron atendidas por veterinarios, también perecieron.
El
grupo señaló que debido a las condiciones en las que se encontraban las
corellas era evidente una intoxicación, porque no podían volar, tenían sangre
en el pico, tendidas en el suelo llorando de dolor, aunque el Departamento de
Medio Ambiente y Agua indicó que la causa aún no estaba confirmada.
Abrieron
una indagación para recabar pruebas de enfermedades y toxinas a fin de
determinar la causa de los decesos, aunque será un proceso que demorará varias
semanas, de acuerdo con reportes de la prensa local.
A
diferencia de las de pico largo, las aves corella de pico corto corren el
peligro de ser sacrificadas por ser vistas como una plaga en el sur del país,
al igual que otros animales, entre ellos los coalas y los canguros.
Una
investigación parlamentaria considera que el Ministerio de Medio Ambiente debe
actuar ante la sobrepoblación de estos animales porque tienen un “impacto
perjudicial” al ambiente.
Texto
y Foto: Notimex