Intervención de Claudia Edith Anaya Mota, para fijar posicionamiento en contra del dictamen por el que se reforman diversas disposiciones de la Ley Federal de Derechos

Ciudad de México, 28 de noviembre de 2024

Con permiso presidentes. Primero que nada, quiero referirme a los indicadores de la manera correcta en la que debemos hacerlos, que es en contraste con el producto interno bruto, para que de esa manera podamos distinguir que, en 2018, el presidente Andrés Manuel recibió un país con finanzas más sanas que las que le entregó a la Presidenta Claudia Sheinbaum.

No lo digo yo, lo dicen las calificadoras internacionales, que en todas nos tenían dos peldaños arriba con expectativas positivas o estables y que cada una de ellas ha bajado en los últimos 6 años 2 peldaños, por lo menos en algunos casos un peldaño su calificación y que también ha deteriorado las expectativas de estables a negativas, particularmente en las últimas semanas.

¿Esto a qué se debe? Esto se debe a que en el 2018. Se les entregó un déficit menor al 2.5% del PIB y también unos saldos históricos de los requerimientos financieros del sector público, que es la manera más amplia de medir la deuda en un porcentaje de un 45% del producto interno bruto, que hoy día se encuentra al 51% del producto interno bruto, es decir, 6 puntos más.

Esto se debe principalmente al 2024, que fue un año en donde le dieron rienda suelta al gasto, gastaron como si fuera el último año de su vida, se fueron a un déficit del 5.9% del PIB, y nos llevaron a una solicitud de deuda por esos requerimientos financieros del sector público, para este año, autorizados por el Congreso de 1.9 billones de pesos, pero que al cierre de 2024 se estima serán de 2.1.

Esto a qué nos llevan a este paquete económico en Ley de Ingresos de la Federación, que es la parte que nos toca de una contracción del gasto que será sumamente dolorosa, porque además nunca quisieron actuar con responsabilidad en su sexenio y nunca quisieron entender que gobernar implica tomar decisiones difíciles.

No hicieron reforma hacendaria y se fueron incrementando los niveles de deuda, porque todo el gasto se fue soportando en deuda, es por eso que hoy traemos un requerimiento financiero del sector público para el 2025 de 3.9, si efectivamente se contraen comparado con el del 2024.

Pero el problema son los cálculos que están haciendo, los cálculos que están haciendo de crecimiento, los cálculos que están haciendo de explotación de barriles de petróleo de 1.8. millones de barriles al día, si los últimos que hemos tenido no pasan el 1.5 el cálculo del precio del dólar, todos los cálculos de los indicadores están alegremente estimados y les quiero decir a qué me voy a referir, particularmente para que entiendan, por qué las calificadoras nos están poniendo en una expectativa negativa, el costo financiero de la deuda, que es el interés que vamos a pagar por el endeudamiento que tendremos solamente en este año.

Será 1.4 billones de pesos.

Entonces en ese sentido, prácticamente todo lo que vamos a pedir prestado va a ser para pagar, no a la deuda, al interés generado de la deuda. Ustedes me dirán si eso les suena bien, si ustedes tienen tarjeta de crédito, me dirán si eso le suena financieramente responsable, estable.

¡Claro que no, es un riesgo!, ¿Estamos ya en un riesgo? El costo financiero de la deuda se estima con la tasa de interés y con el precio del dólar, nada más que el costo financiero de la deuda está estimándolo a una tasa de interés del 8.2% nada más que les quiero decir, el Banco de México tiene la tasa de interés ahorita a 10.25, si alegremente contempláramos que fuera bajando 25 puntos base a junio de 2025.

¿Llegaríamos a este 8%? Estamos a 10. ¿5, suponiendo que la va a estar bajando, estaríamos en ese cálculo de costo financiero de la deuda? Como no es así, las calificadoras están viendo que nos vamos a desbordar en el déficit, es decir, que el déficit que ustedes están planteando de 3.9 las calificadoras están estimando que no va a suceder que vamos a seguir desbordando el gasto.

Y que la situación contable de PEMEX nos va a seguir colocando en una situación de riesgo. Son muchos los parámetros que se tienen que tomar a consideración. El tiempo no me da para explicarlos todos, pero si no actuamos con conciencia y con responsabilidad y las calificadoras internacionales nos bajan las calificaciones, sube la deuda, porque la calificadora que yo sé que ustedes muchos han dicho: “Ignoremos a las calificadoras”, los que ya han sido gobernadores lo saben, si las calificadoras bajan la calificación, sube la tasa de interés, aquí está el riesgo en los costos financieros de la deuda y sobre todo en los indicadores.

Sería hasta aquí mi participación de algunos de los razonamientos de por qué votaremos en contra.

Texto y Foto: Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Senadores