Intervención de la senadora Liz Sánchez, del Grupo Parlamentario del PT, para hablar a favor del dictamen que contiene proyecto de Decreto por el que se reforma, adiciona y deroga el artículo 2. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de pueblos y comunidades indígenas y afromexicanos

Ciudad de México, 23 de septiembre de 2024

Sen. Lizeth Sánchez García (LSG): Gracias presidenta.

Saludo a mis compañeras y compañeros senadores y a todos los que nos siguen a través de las redes sociales.

México es una nación forjada por la diversidad cultural y la riqueza de sus pueblos originarios. México es un país multicultural. Su riqueza reside en el crisol de culturas, lenguas y tierras.

Desde sus raíces más profundas, nuestra tierra ha sido habitada por civilizaciones que han dejado un legado imborrable en nuestra identidad, nuestras tradiciones y nuestra visión del mundo.

La esencia de México es un auténtico mosaico de historia, tradición y multicultural.

Con más de 23 millones de personas que se autoidentifican como indígenas, y una vasta población afromexicana, nuestro país no puede ni debe ignorar las voces de aquellos que desde tiempos ancestrales han sido los guardianes de nuestra tierra, nuestras lenguas y nuestras costumbres.

Un elemento fundamental de esta reforma es que se reconoce expresamente a los pueblos y comunidades indígenas como sujetos de derecho público.  Este no es un elemento simbólico o discursivo, es el reconocimiento de su capacidad para actuar libremente, proteger su cultura, sus tierras y su forma de vida.

En adición a lo anterior, esta reforma establece el derecho a una consulta libre, previa, informada y de buena fe, como un mecanismo clave para garantizar que cualquier decisión que pueda impactar a los pueblos indígenas y afromexicanos sea tomada con su consentimiento y participación activa.

Con ello, construimos una verdadera democracia, donde todos los sectores de la población sean incluidos en la toma de decisiones que los afectan.

México es uno de los países con mayor riqueza lingüística en el mundo. Además del español, contamos con 68 lenguas indígenas, que se diversifican en 364 variantes lingüísticas, cada una de ellas reflejo de una cosmovisión única y un conocimiento profundo de la naturaleza, la vida y el ser humano.

En nuestro país existen casi 7 millones de hablantes de alguna lengua indígena. Sin embargo, esta riqueza ha estado en peligro por décadas debido a la marginación de estas comunidades.

Como respuesta a esta realidad, la reforma establece la obligación del Estado de preservar, promover y difundir las lenguas indígenas como parte fundamental de la diversidad cultural de la nación.

Se garantiza la educación intercultural y bilingüe, reconociendo el derecho de las comunidades a mantener sus propias formas de enseñanza, al tiempo que se fomenta el respeto y la comprensión mutua entre los diversos grupos culturales que forman nuestro país.

Por otro lado, con este dictamen, brindaremos el reconocimiento a la medicina tradicional como parte del sistema nacional de salud pública, el cual ha sido relegado e ignorado. Fortaleciendo una perspectiva intercultural que enriquezca el acceso a la salud para toda la población.

Otra medida que mira hacia el futuro de las comunidades indígenas y afromexicanas, es garantizar el acceso a la comunicación mediante la extensión de las redes físicas y del espectro radioeléctrico. Abriendo nuevas vías de comunicación, caminos artesanales y acceso a internet de banda ancha en las comunidades más remotas, asegurando que ninguna persona quede excluida del desarrollo tecnológico y las oportunidades que conlleva.

La protección de los derechos de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes indígenas y afromexicanos es aspecto muy importante en la reforma. Por ello, se reconocen políticas y programas específicos que garanticen su acceso a una vida libre de violencia, discriminación y exclusión, asegurando que puedan disfrutar plenamente de sus derechos.

Las y los jóvenes son el futuro de las comunidades indígenas y afromexicanas, y el Estado tiene la responsabilidad de crear las condiciones para que crezcan en un entorno respetuoso de sus tradiciones, de sus derechos humanos, seguro y con oportunidades de desarrollo.

Otro aspecto central de esta reforma es garantizar la participación efectiva de las mujeres indígenas en el desarrollo de sus comunidades. En igualdad de condiciones, se asegura su acceso a la educación, a la propiedad de la tierra y su participación en la toma de decisiones públicas. Las mujeres indígenas han sido históricamente marginadas, pero con esta reforma se promueve su papel como líderes y guardianas de sus culturas y territorios, garantizando que sus voces sean escuchadas en la toma de decisiones que afectan a sus comunidades.

Asimismo, la Inclusión de las Comunidades Afromexicanas es un acto reivindicatorio para quienes durante siglos han sido borrados de la historia. Reconociendo su dignidad y asegurando su inclusión en los censos y estadísticas del país, se impulsa la creación de políticas públicas que respondan a sus necesidades y reivindiquen su aporte a la diversidad cultural y social de México.

Por eso es que en el Partido del Trabajo votaremos a favor. En el Partido del Trabajo reconocemos que la riqueza de México radica en su diversidad, y esta reforma es una garantía de que esa diversidad será protegida, respetada y celebrada por generaciones.

Es cuanto, presidenta.

Texto y Foto: Grupo Parlamentario del PT en la Cámara de Senadores