Senado de la República, 13 de noviembre de 2024

Con su venia, presidente. No hay asunto más urgente en nuestro país que atender la inseguridad que se vive. Nadie puede negar que tenemos diagnóstico, propuestas, pero sobre todo un consenso general de que merecemos luchar por la paz que nos han quitado.

 En la lucha por erradicar la violencia de nuestro país se necesita la unión de todas las fuerzas políticas y el trabajo en conjunto para conseguir mejores resultados, porque la realidad que enfrentamos es muy dolorosa. Todos los días en promedio son asesinadas 80 personas.

En los últimos tres años se han presentado más de 2 mil masacres en el país, asaltos, extorsiones, violaciones, trata de personas y un sinfín de abusos que se han vuelto el pan de cada día de todos las y los mexicanos. Y es ahí donde está el riesgo más grande, es ahí donde la lucha debe enfocarse en jamás normalizar el horror, en nunca acostumbrarse a tirarse al suelo para evitar las balas, ni estar todos los días con ese miedo rezando de que no le pase nada a un familiar.

Merecemos mucho más, si podemos hacer las cosas mejores. Por esta razón el grupo parlamentario del PRI votará a favor de este dictamen que reforma el artículo 21 de la Constitución para el reforzamiento de la seguridad y la protección ciudadana. Creemos en una estrategia coordinada, seria, puntual y efectiva para atender las investigaciones de los delitos con mejores armas, equipos de protección, presupuesto a policías y sobre todo encontrar la voluntad, la fuerza y la capacidad para darle la paz a las familias mexicanas.

No podemos renunciar a nuestro derecho por tener una vida tranquila, a una sociedad que no esté manchada de sangre ni acostumbrada de otro modo. Cuando las autoridades renuncian a combatir y minimizan la violencia, cuando se cree que ya es demasiado tarde, tenemos frente a nosotros el abandono a las y los ciudadanos.

Como sinaloense sé de lo que hablo. Mi estado lleva sumido 65 días en una crisis de violencia que no parece tener fin, porque 381 homicidios, 450 personas desaparecidas, mil 246 vehículos robados, y una catástrofe económica superior a los 13 mil millones de pesos, no parecen ser suficientes para que los responsables resuelvan el problema.

En Sinaloa cada vez resulta más difícil albergar cualquier esperanza de que las cosas mejorarán y volveremos a tener paz. Los comerciantes de Culiacán me han compartido que, si la situación no cambia y la violencia sigue, sus negocios son insostenibles. Nos enfrentamos en diciembre a una crisis más profunda que acabará con nuestro estado.

Hoy nos levantamos con siete muertos en la autopista Culiacán Mazatlán, algunos decapitados y sin manos. Ayer asesinaron a Ramón Velázquez, dirigente de la Unión Ganadera, un día antes ni siquiera sabían si tendríamos o no feria ganadera. No podemos olvidar a Sinaloa las veces que sean necesarias, volveré a esta tribuna a alzar la voz en representación de los que siguen pidiendo auxilio en mi estado y pareciera que nadie los escucha.

Que quede muy claro, el voto a favor de este dictamen no es un cheque en blanco para que las autoridades de seguridad federal apoyemos los esfuerzos que hacen, pero no es suficiente, necesitamos ver resultados porque no podemos esperar más. No vamos a conformarnos con que nos digan que todo estará bien, necesitamos ver que Sinaloa y que México sean pacificados para creer que se está haciendo algo diferente.

No queremos que nos digan que se está atendiendo la crisis si los muertos dicen todos los días lo contrario. No queremos que este poder que les estamos otorgando sea la excusa para que deslindar su responsabilidad, sino un mayor compromiso para trabajar por aquellos que exigimos seguridad.

Senadoras y senadores creo en un Sinaloa y en un México en paz, creo en nuestras fuerzas armadas con una coordinación civil una estrategia bien ejecutada puede devolvernos la tranquilidad que tanto anhelamos.

Creo en la capacidad y en el servicio de quienes se arriesgan todos los días por protegernos. Creo que estamos a tiempo de salvar a nuestro país y no condenar a niñas, niños y jóvenes a crecer en un México donde es más fácil ser asesinado que tener la oportunidad de una buena vida.

Es cuanto presidente.

Texto y Foto: Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Senadores