Ciudad de México, 10 de septiembre de 2024

Gracias, Presidente.

Hoy México va a dormir de luto porque le han fallado al país cuatro senadores que llegaron con el voto de la oposición, pero al menos vamos a dejar testimonio de dignidad frente a millones, millones de mexicanos que en el futuro se preguntarán por qué se permitió tan destructivo como lo que hoy sucederá, pasara.

Dejar asentado en el registro histórico que sí podía saberse que están haciendo lo más grave del último siglo y que hubo quienes señalamos con claridad los errores.

La denuncia que quiero dejar registrada es muy simple. Esta reforma es un fraude, es un fraude, contra el pueblo de México y sus más nobles aspiraciones porque nada, absolutamente nada de esta reforma hace que el acceso a la justicia mejor para el ciudadano común y corriente.

Pasaremos de un sistema que busca elegir jueces de forma meritocrática, como en la mayoría de los países civilizados, a otro que premiará la lealtad al partido, donde tendrá más peso el dinero recaudado en las mesas de empresarios corruptos o los nexos con el cartel en turno que la ley.

Es un engaño, un fraude de dimensiones históricas, senadora. Porque la reforma está diseñada para que el poder de los partidos y del dinero pongan en la boleta personas que les sirvan a ellos, no a los ciudadanos que vengan del pueblo por mérito propio.

Nadie lo ha entendido mejor que los estudiantes que hoy se manifiestan y que están siendo golpeados afuera de este recinto oficial. ¡Golpeados! ¡Gaseados los jóvenes!

Ellos saben que no verán cumplir sus sueños de servir a la justicia mexicana por medio de su conocimiento. Que no serán los estudiantes más listos, sino los más grillos, como ustedes, los más sumisos, como ustedes, quienes lleguen a la honrable posición de juez.

Y encima de todo, ¿ustedes quieren que la factura de esta captura judicial la paguemos los mexicanos con nuestros impuestos?

Porque esta reforma llena de disparates y ocurrencias además costará decenas de millones de pesos. Repito, esta reforma costará decenas de millones de pesos.

Es un fraude político y también es un fraude financiero a México. Receta de la partidocracia obradorista.

Decir lo absurdo de la reforma parece incluso ocioso, es de libro de textos de civismo saber que la división de poderes es uno de los pilares fundamentales que permitió a este país conjurarse de sus distintos autoritarios, de su pasado autoritario.

En Baja California Sur, mi estado, lo entendemos muy bien, porque para nosotros luchar contra autoridades abusivas, corporaciones voraces e incluso contra grupos del crimen organizado es el pan de cada día.

En mi tierra, la justicia se defiende con el cuchillo entre los dientes.

La única herramienta que tenemos para defender lo nuestro, nuestros mares, nuestros recursos naturales, nuestra vida, suele ser precisamente un juez valiente que pone la razón jurídica por encima de la razón del dinero o del poder político.

¿Qué pasará ahora que un grupo de ciudadanos se oponga a las grandes mineras en Baja California Sur? ¿Qué pasará, senador Homero, en Baja California Sur? ¿O cuando algún hotelero corrupto dañe nuestros recursos naturales? ¿De qué lado estarán los jueces, de los ambientalistas o de los financieros de campaña?

Es cierto, hay jueces corruptos, pero lo que ustedes pretenden hacer es institucionalizar este sistema para que todos lo sean, pero al servicio de ustedes.

Si en verdad quisieran acabar con la corrupción en el Poder Judicial, usarían las herramientas del gobierno, del poder, del que les ha dado la gente para desmantelar las redes a su servicio.

Nuestra clase gobernante no cansada de haber arruinado a dos poderes va por el tercero, por eso, ser oposición es un imperativo ético.

Prefiero morir de pie que vivir hincada, que vivir de rodillas.

¡Qué viva la República y que muera su pésimo gobierno!

¡Viva México!

Texto, Foto y Video: Grupo Parlamentario del PAN en la Cámara de Senadores