Intervención del diputado Ricardo Monreal Ávila en el homenaje de cuerpo presente a la diputada Ifigenia Martínez y Hernández en la Cámara de Diputados

Ciudad de México, 7 de octubre de 2024

A nombre del grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados queremos expresarles a su familia, a Juana Inés, a Andrea, a Paloma, a Alfredo, a sus ocho nietos, a sus siete bisnietos, nuestro más sentido pésame, por la ausencia de esta mujer extraordinaria, sin par, singular, excepcional.

Esta es una ceremonia luctuosa que reúne al Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, que reúne a gobernadores, la gobernadora del Estado de México, el gobernador de Puebla; que reúne a secretarios de Estado encabezados por la secretaria de Gobernación, y muchos amigos, amigas que le admiraron en vida.

Sí, fue una mujer adelantada a su tiempo, fue una mujer que abrió brecha. El discurso que no leyó ese día que entregó su último aliento en esta tribuna es espléndido, al dirigirse, al escribirlo, con la lucidez que lo acompañó hasta el último momento de su vida, es de una transparencia impresionante.

Ella le dice a la presidenta Claudia Sheinbaum que la lucha de sus generaciones y las anteriores han llegado al momento de la culminación al verla a ella como presidenta de México. Dice ella, luchamos hasta el límite pero ahora nos sentimos honradas de haber logrado lo que muchos no creían, ganar la presidencia de la República. Y sigue diciendo en su discurso, abrimos brecha para las mujeres del futuro y para las generaciones del mañana.

Es un extraordinario discurso, corto pero muy significativo, donde resume que está cumplido su sueño. Es premonitorio. Ella dice ha culminado por lo que yo soñé y luché. Casi nos dice me siento lista para partir.

Y ahora que la recordamos frente a su familia, frente a sus nietos, frente a sus hijos e hijas, les podemos decir, tuvieron una madre, una abuela, una bisabuela admirable que va a ser un peso significativo en su vida, porque fue una mujer consecuente. Estudió una maestría, un postgrado en un instituto extranjero, y lo admirable era o fue que no perdió su esencia y sus principios, ni nunca olvidó su gran deseo de continuar luchando por México en la izquierda.

Cuando se convirtió en Directora de la Escuela Nacional de Economía, la primera, académica antes, defendía con pasión en lo que creía Cuando fue electa la primer senadora en esta ciudad, en la fórmula con Porfirio Muñoz Ledo, nunca cayó, nunca sucumbió al poder ni al dinero ni a los puestos. Fue una mujer incorruptible, honrada,   consecuente. Ha dejado hoy esta admirable mujer un legado para todas las mujeres no solo en México, en el mundo

Ifigenia te vamos a extrañar. Desde aquí tus compañeros y compañeras te deseamos feliz viaje a la eternidad. Nunca olvidaremos tus enseñanzas, tu sensibilidad, tu modestia. Pocas mujeres en la historia, pocas, tienen el consenso con el que ahora partes al infinito.

Que el creador te tenga muy cerca.

Que descanse en paz esta extraordinaria mujer.

Texto y Foto: Cámara de Diputados