Ciudad de México, 25 de abril de 2025

Quisiera primero expresarle a la familia de don Porfirio Muñoz Ledo nuestro aprecio, nuestro cariño por toda la obra de él y ahora que tendremos el privilegio de tener más cerca objetos que eran muy personales de él, será extraordinario revivir a esta personalidad única.

Al expresar mi respeto y afecto también lo acompaño con mi agradecimiento, como presidente de la Junta de Coordinación Política, a la familia de don Porfirio Muñoz Ledo, en especial a Laura, que ha estado muy pendiente, Laura Elena, quien hoy nos acompaña, acaba de hablar y también ha estado en comunicación con sus otros hijos, Porfirio, pues han tenido la generosidad de donar el acervo bibliográfico personal de Muñoz Ledo a esta Cámara de Diputados.

El material donado a este recinto es un patrimonio invaluable, porque condensa en lecturas y notas las ideas de un hombre de Estado que dedicó gran parte de su vida al Poder Legislativo, por lo que este lugar, testigo de su vocación y dedicación, resguardará y preservará su acervo para promover su análisis y difusión en las presentes y futuras generaciones.

Quienes tuvimos la fortuna de conocer, de liberar, debatir y tener cerca a Porfirio Muñoz Ledo, siempre admiramos su tenacidad, su incansable lucha política, su elocuencia, su erudición, su defensa del Estado democrático.

El silencio de su voz señera, se impone, Porfirio ha pasado a la historia de nuestro país como un gran parlamentario, fue dos veces presidente de esta Cámara de Diputados; por ello, albergar su biblioteca, inaugurar esta exposición de objetos personales, representa un reconocimiento a su trayectoria y un agradecimiento a su contribución para transformar el Congreso.

Tuve oportunidad de conocerlo y reconocerlo en los ámbitos político, profesional y personal, por lo que puedo dar fe de que la combinación de su conciencia lúcida y su verbo punzante traspasó fronteras y generó ecos más allá de la tribuna.

Porfirio fue un mexicano formado de manera autodidacta, como complemento al rigor académico, abogado, docente, político, diplomático, legislador, reformista, implacable, un hombre de izquierda con la firme convicción de transformar México.

Como embajador ante Naciones Unidas y ante la Unión Europea, dejó una huella de dignidad nacional, defendió con firmeza, sin sumisiones, los intereses y las posturas de nuestro país.

A Porfirio lo conocí hace muchos años, en distintos espacios, en los pasillos del Congreso, en las aulas, en debates densos y frescos, francos, además. Era difícil no aprender algo al escucharlo. Su memoria era un archivo viviente del constitucionalismo mexicano.

Dominaba la historia, las instituciones, la política comparada. Citaba a Rousseau con la misma naturalidad con la que hablaba de Juárez o de Lombardo Toledano.

Recuerdo uno de los momentos más simbólicos que definieron esta nueva etapa política del país.

Primero de diciembre del 2018, como presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo entregó la banda presidencial a Andrés Manuel López Obrador, en un acto histórico.

Aquí Porfirio fungió al mismo tiempo como puente y como garantía de la transición democrática. Sus valores y convicciones se trasladaron también a la esfera académica.

Como profesor, incitaba a analizar ya disentir ya argumentar. Sus clases no sólo versaban sobre derecho constitucional o teoría política, sino que estaban inmersos en debates sobre la ética pública y el deber ser del Congreso.

Porfirio no le temía al poder, lo confrontaba cuando era injusto, lo cuestionaba cuando se desviaba y lo pensaba con responsabilidad cuando se le confirió.

Porfirio Muñoz Ledo fue un constructor de la democracia. Su voz sigue resonando en nuestras instituciones, en nuestras leyes, en nuestra lucha.

Hoy reconocemos su trayectoria y asumimos como una meta y una responsabilidad que este acervo que hoy se dona, se cuide para que sea usado por mexicanos y mexicanos que acuden a consultarlo.

Este acto reafirma nuestro compromiso con la memoria pública y con el derecho del pueblo a conocer su historia.

Gracias Porfirio, por tu vida, por tu ejemplo, por tu actitud, por tu amistad y por no haber dejado nunca de ser un libre pensador.

Gracias Laura Elena por todas tus atenciones y tu cercanía de hacer un homenaje a tu padre en esta Cámara de Diputados.

Brindemos un merecido aplauso a la memoria de este gran mexicano, Porfirio Muñoz Ledo.

Texto y Foto: Cámara de Diputados