Mensaje del presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Gerardo Fernández Noroña, en la Ceremonia Conmemorativa del 108 Aniversario de la Promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917

Ciudad de México, 5 de febrero de 2025

Muy buenos días, compañeros y compañeras.

Muy buenos días a mi compañera presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, que no sólo es presidenta de la república sino es la lideresa de nuestro pueblo y de nuestra patria; y que nos acaba de dar una lección enorme de principios, de firmeza, de valentía, de amor al pueblo, de defensa de la soberanía y la independencia nacional, dejando intacta la dignidad del pueblo de México.

¡Larga vida a la compañera presidenta Claudia Sheinbaum Pardo!

Quiero que me permitan saludar en general al gabinete, a las gobernadoras, gobernadores; y quisiera dar un saludo especial a mi amigo, compañero de lucha, gobernador Rubén Rocha Moya, todo mi reconocimiento.

Quiero también comentar que en este inmueble, en este lugar, en 1867 se juzgó a Maximiliano, fue condenado a la pena capital.

Varias décadas después, en 1917, se reunió una asamblea de hombres; las mujeres no podían participar en política, aunque participaban y se jugaban la vida, como lo han hecho siempre; y esa asamblea revolucionaria hizo una profunda reforma a la Constitución de 1857.

Aquí cada año nos reunimos, se reunían a honrar esta Constitución, de dientes para afuera.

Yo cada año venía a unas calles de aquí a protestar con un megáfono a los gobiernos neoliberales que decían honrar la Constitución pero que destrozaron sus cuatro pilares: el artículo 3º de la educación pública, laica y gratuita; el artículo 27, que le había recuperado a nuestro pueblo la riqueza del subsuelo, minerales, agua, petróleo y el reparto agrario; el 123, de los derechos de los trabajadores, que destrozaron imponiendo la subcontratación conocida con el anglicismo de outsourcing; o el 130 del Estado laico.

Hoy, esta revolución sin violencia, que es la Cuarta Transformación, ha vuelto a poner en pie esos cuatro pilares.

Y no se ha quedado allí, ha proyectado los derechos sociales del pueblo de México en el siglo XXI, que no pocos de ellos empezaron como programas sociales y hoy son derechos constitucionales; son derechos para el pueblo todo, derechos universales que le hacen justicia a nuestro pueblo, que llevan justicia social hasta el último rincón de nuestra patria.

Y, en este último periodo que hemos tenido el privilegio de formar parte de la Cámara de Senadores y presidirla, nuestro Congreso Mexicano ha hecho 14 reformas constitucionales, una docena de leyes secundarias; vamos por más de medio centenar de reformas a leyes secundarias en los tiempos por venir, y no me detendré más que en una sola, profundamente revolucionaria:

Estamos abriendo camino para la humanidad, desde México. El pueblo de México será el primer pueblo del mundo que el domingo primero de junio de 2025 elija por el voto universal, secreto y directo a las personas juzgadoras.

Esto es una aportación para la humanidad desde México, y ha enfrentado esta decisión todo el poder del conservadurismo, todo el odio de nuestros adversarios, toda la mentira y la maledicencia, trampas, maniobras, chicanadas, triquiñuelas, para querer darle la espalda al soberano, que es el pueblo, desconociendo la división de poderes; pretendiendo el Poder Judicial ponerse por encima no sólo de los tres Poderes de la República, sino del soberano, que es el pueblo.

Pero que se oiga bien y que se oiga lejos: En México manda el pueblo de México y nadie más.

Y el pueblo de México tiene además una lideresa incorruptible, defensora acendrada de la independencia y la soberanía nacional, y de nuestro pueblo, inclusive allende las fronteras, que es nuestra compañera presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.

Qué honor, qué orgullo que sea nuestra lideresa. Qué orgullo formar parte de esta Cuarta Transformación.

Y cierro, unidad nacional sí; nunca con el fascismo, nunca con el racismo, nunca con el clasismo.

A esos males de la humanidad se les combate hasta lograr su erradicación, porque es una vergüenza que en pleno siglo XXI siga habiendo gente que piense que por su color de piel, por ser más pálida que otra, es superior al resto de los seres humanos.

Nuestro movimiento es profundamente humanista y entiende perfectamente que nadie, absolutamente nadie puede pasar por encima de la dignidad de ningún ser humano, por modesto que sea.

¡Larga vida a la compañera presidenta Claudia Sheinbaum Pardo!

¡Larga vida a esta revolución sin violencia, que es la Cuarta Transformación!

¡Y larga vida al rebelde, irredento pueblo de México!

Muchas gracias compañeras y compañeros.

Texto y Foto: Cámara de Senadores

Texto: Cámara de Senadores | Foto: @fernandeznorona