Necesario reforzar acciones para mejorar atención del infarto cerebral en México, señalan especialistas

Ciudad de México, 1 de noviembre de 2025

Durante el foro “Avances y retos en la atención de la enfermedad vascular cerebral”, especialistas urgieron a fortalecer la prevención, la detección oportuna y atención integral del infarto cerebral, una de las principales causas de muerte y discapacidad en México.

Al inaugurar el evento, promovido por el diputado Éctor Jaime Ramírez Barba (PAN) en el marco del el Día Mundial del Ictus, que se conmemora el 29 de octubre de cada año, Juan Carlos Castillo Torres, de CG&A Legal y Asuntos Públicos, externó un mensaje de respaldo al trabajo interinstitucional que busca consolidar una red nacional de atención para pacientes con enfermedad vascular cerebral. 

Reconoció la suma de esfuerzos entre el Poder Legislativo, la sociedad civil, los profesionales de la salud y las instituciones públicas del sector para avanzar en la prevención de este padecimiento.

Dulce María Bonifacio, en representación del subsecretario de Políticas de Salud y Bienestar, Ramiro López Elizalde, presentó los avances de la estrategia nacional de atención al Ictus, basada en la creación de redes hospitalarias coordinadas que permitan actuar dentro de la llamada “hora dorada”. 

Explicó que actualmente existen 292 centros capaces de aplicar trombólisis endovenosa y 35 que pueden realizar trombectomía mecánica. “El 85 por ciento de las personas mayores de 40 años vive a menos de una hora de un centro esencial, lo que permite el acceso a la fibrinólisis oportuna”.

Añadió que el reto es lograr la homologación de los protocolos en todas las instituciones y la capacitación continua del personal médico, de enfermería y de emergencias. 

“La atención oportuna del infarto cerebral durante la hora dorada es determinante para salvar vidas y reducir la discapacidad, pero esto sólo será posible mediante la colaboración sostenida entre IMSS, ISSSTE, IMSS-Bienestar, Pemex, Sedena y Semar”, señaló.

Asimismo, destacó que se trabaja en la implementación de una plataforma de capacitación interinstitucional, así como en la creación de un Programa Nacional para el Manejo del Infarto Cerebral, que derive en una norma oficial que establezca estándares de atención en todos los niveles del sistema de salud.

Durante su participación, el médico Daniel Sánchez Arriola, coordinador de grupos de interés de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencias, destacó que el accidente vascular cerebral se ha convertido en la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad a nivel mundial.

Recordó que el incremento de factores de riesgo como la diabetes, la obesidad, la hipertensión y el sedentarismo ha provocado que los casos se presenten en personas cada vez más jóvenes.

“El infarto cerebral ya no es exclusivo de adultos mayores; estamos recibiendo pacientes de 40 o 45 años con síntomas graves. Por eso debemos reforzar la educación social y médica sobre esta enfermedad”, dijo. Subrayó que la campaña “Camaleón”, impulsada desde el Congreso de la Unión, ha sido clave para difundir los síntomas de alarma: “cara colgada, mano pesada y lengua trabada”.

Por su parte, Juan Manuel Calleja Castillo, presidente de la Asociación Mexicana de Enfermedad Vascular Cerebral, informó que México cuenta con 12 unidades de ictus certificadas y se espera cerrar el año con al menos 20. 

Aseguró que estos centros especializados permiten una atención más eficiente y con resultados medibles. “El verdadero éxito llegará cuando la mayoría de los pacientes puedan recibir tratamiento oportuno, independientemente de su derechohabiencia. La atención del infarto cerebral debe ser un derecho efectivo, no sólo constitucional”.

Hizo hincapié en la importancia de avanzar hacia la certificación de hospitales mediante estándares internacionales que garanticen calidad y eficiencia. En países como Chile y Brasil la atención del infarto cerebral ya es un derecho establecido por ley, por lo que es necesario impulsar una iniciativa similar en México.

En su exposición, el médico Fernando Daniel Flores Silva presentó los resultados del registro nacional “Rescue”, que agrupa información de más de 50 hospitales públicos y privados. 

Señaló que, gracias a la organización de centros de atención especializados, la mortalidad ha disminuido al 8.6 por ciento y la tasa de tratamientos de reperfusión alcanza el 25 por ciento, mientras que en hospitales sin protocolos la mortalidad supera el 30 por ciento.

“De cada 100 pacientes con infarto cerebral, un tercio muere, otro queda con discapacidad y sólo un tercio recupera su funcionalidad. Esto demuestra la urgencia de que todos los hospitales cuenten con protocolos y redes de atención que permitan actuar con rapidez”, explicó.

Los ponentes coincidieron en que el fortalecimiento de las redes interinstitucionales, la capacitación médica continua y la difusión masiva de información son pilares fundamentales para reducir la mortalidad y las secuelas del Ictus. 

Asimismo, manifestaron la necesidad de continuar impulsando políticas públicas, capacitaciones y campañas permanentes que permitan garantizar una atención equitativa, rápida y de calidad para todas las personas que padezcan enfermedad vascular cerebral en el país. 

Texto, Fotografía y Video: Cámara de Diputados