Ciudad de México, 21 de noviembre de 2024

Con su permiso, presidente; senadoras y senadores, me gustaría iniciar con algunas cifras que dan cuenta de la enorme relevancia del presente dictamen. México ocupa el tercer lugar mundial y el primero en América Latina en maltrato animal. Al año, el INEGI reporta que mueren alrededor de 60 mil animales por maltrato. Al menos 27 millones de perros y gatos viven en la calle, y cada año se estima que 500 mil perros y gatos son abandonados. Además, alrededor del 60 por ciento de las enfermedades infecciosas emergentes que se registran en el mundo proceden de los animales, tanto salvajes como domésticos.

Esto no solo son datos, son un reflejo de la sociedad en la que vivimos. Hoy estamos aquí porque hemos decidido decir basta: basta de abusos, basta de maltratos, basta de abandono a los animales, basta de todos los tipos de violencia que sufren estos seres. No podemos seguir siendo espectadores de un problema que nos involucra a todos. Tomando en cuenta que hay 80 millones de mascotas en este país y que más del 70 por ciento de las familias tienen una mascota, la reforma constitucional en materia de cuidado y bienestar animal no es solo una propuesta legislativa, es un llamado a la acción y a la conciencia.

Este dictamen, que reforma los artículos tercero, cuarto y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, aborda uno de los temas más nobles y urgentes: legislar el respeto a los derechos de los animales. Este dictamen se centra en tres puntos. En materia de educación, se reforma el artículo tercero constitucional, donde se plantea que los planes y programas de estudio tendrán también un enfoque de protección a los animales. Asimismo, el artículo cuarto de la Constitución incorpora la prohibición explícita del maltrato a los animales. De igual manera, plantea que será el Estado mexicano el que garantice la protección, el trato adecuado y el cuidado de los animales.

Por último, la reforma al artículo 73 de la Constitución establece la facultad del Congreso para expedir leyes concurrentes en materia de protección y bienestar de los animales. Esta reforma no se trata solo de proteger a los animales, sino de protegernos a nosotros mismos como sociedad. El maltrato y abandono animal es una señal de alarma. Donde hay crueldad hacia los animales, hay un riesgo para la convivencia, la salud y el bienestar social. Por eso, esta reforma es un compromiso con los valores que queremos para nuestro país: respeto, justicia, responsabilidad y compasión.

Es por ello que hoy, a nombre de Quique y Lili, mis dos perritos rescatados, y Andy, quienes son un miembro más de mi familia, les pido que pensemos en las futuras generaciones. ¿Qué México queremos dejarles? ¿Uno donde la indiferencia sea la norma o uno donde la empatía sea el motor de cambio? Cuando fui presidenta municipal de Reynosa, Tamaulipas, la recolección de basura se hacía en carretones jalados por caballos, los cuales sufrían maltratos, estaban mal alimentados y expuestos a largas jornadas de trabajo. Eran más de 4 mil, por lo cual una de mis primeras acciones fue sustituirlos por camiones de basura y velar por un trato digno a los animales.

Esta reforma, presentada por el entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, respaldada por activistas y nuestros legisladores, es un legado que trascenderá nuestras vidas, un acto de justicia que marcará un antes y un después. El cuidado ético, consciente y responsable de las especies animales es tarea de todas y todos, por el bienestar social, el equilibrio ecológico y la prevención de enfermedades. Somos parte de la red de vida, no su centro. Cuidemos a nuestros compañeros animales.

Hagamos historia por los que no tienen voz, por los que nos enseñan a amar sin condiciones y por un país que avanza hacia un futuro más justo para todos los seres vivos.

Muchas gracias.

Texto y Foto: Grupo Parlamentario del PVEM en la Cámara de Senadores