Ramírez Marín llama a la unidad nacional ante presiones externas

Ciudad de México, 21 de enero de 2025

Nuestra soberanía, nuestras instituciones y nuestra integridad territorial no están en la mesa de negociación, apuntó.

En un llamado enérgico a la unidad nacional, el senador del Partido Verde, Jorge Carlos Ramírez Marín, exhortó a cerrar filas en la defensa de la soberanía de México ante cualquier intento de presión externa, enfatizando que la soberanía y la integridad del país están por encima de cualquier interés político o económico.

Desde tribuna, el senador subrayó que la unidad nacional debe ser absoluta y sin condiciones, centrada en la preservación del país y sus valores fundamentales.

“No se trata de defender a nadie, sino de defender a México. Nuestra soberanía, nuestras instituciones y nuestra integridad territorial no están en la mesa de negociación, afirmó Ramírez Marín.

En materia de seguridad, el senador aseguró que no puede ponerse sobre la mesa la soberanía nacional, ni la integridad territorial, ni la integridad institucional. “México no puede renunciar, y no por proteger a los cárteles, sino por protegerse a sí mismo”, aseguró.

Resaltó el trabajo que la Cancillería y los consulados mexicanos han desplegado para reclamar el respeto al derecho internacional y la defensa de los derechos humanos de los connacionales en el extranjero. “Desde el canciller hasta el más pequeño de nuestros consulados, hoy se preparan para reclamar el derecho internacional, para reclamar el respeto a los derechos humanos”, refirió.

Por otra parte, el legislador hizo un llamado a la solidaridad latinoamericana, insistiendo en que México no puede abandonar a los migrantes centroamericanos en momentos de crisis humanitaria. “Nuestra historia está en juicio, y no podemos permitir que se atropelle nuestra vocación de nación solidaria”, expresó.

El senador propuso la creación de fondos específicos, en caso de la imposición de aranceles, para apoyar a los sectores más afectados. “No todos los estados ni todos los sectores productivos sufrirán el mismo impacto, por lo que se deben diseñar estrategias de respuesta diferenciadas”, puntualizó.

Finalmente, Ramírez Marín concluyó su intervención señalando que: “México no puede ceder a las pretensiones de nadie, de ningún país, por fuerte que sea nuestra vecindad.

Negociar, ni adentro ni afuera, lo haremos de rodillas. Primero, la dignidad de México”.


Ciudad de México, 21 de enero de 2025

POSICIONAMIENTO DEL SENADOR JORGE CARLOS RAMÍREZ MARÍN SOBRE LAS MEDIDAS ADOPTADAS POR EL GOBIERNO DE LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA

Con su permiso señor presidente, buenas tardes a la asamblea. Ya se ha citado aquí el momento en que Churchill llama a Inglaterra a la unidad frente a la posible invasión de esa todopoderosa Alemania, pero hay que recordar que ese momento histórico marcó a los patriotas y también marcó a los traidores, a los que le pedían a Inglaterra ponerse de rodillas, a los que le pedían a la nación negociar de rodillas, a los que le pedían a la nación ceder.

Este momento no tiene comparación con aquel, hay que decirlo, ni en tamaño ni en sus implicaciones, pero sí va a marcar otra vez, como siempre, la línea de los patriotas y la línea de los traidores. Porque la unidad a la que se llama hoy es una unidad sin peros, es una unidad enfocada en un solo objetivo: la prevalencia de México en su territorio, en sus instituciones y en sus objetivos nacionales. No puede haber peros, no se puede poner ningún límite a esa unidad.

Y no es en torno a una persona, que ciertamente el Ejecutivo encabeza esa representación, pero no es en torno al Ejecutivo. Es la unidad en torno al país, al Estado, a sus instituciones. Y desde Yucatán, estimados amigos, enérgicamente demando que México no puede negociar de rodillas. México no puede ceder a las pretensiones de nadie, de ningún país, por fuerte que sea nuestra vecindad.

Pero analicemos la situación: no es un país el que nos está amenazando, ni siquiera un país unido, porque las políticas del presidente Trump no gozan siquiera de la unanimidad de sus propios compatriotas. Se trata del aprovechamiento de un momento político. Pero, con alguna frialdad, algunos dicen: negociemos.

Hay cosas que no se pueden negociar. En materia de seguridad no puede ponerse sobre la mesa, ni mínimamente, la soberanía nacional, ni la integridad territorial, ni la integridad institucional. México no puede renunciar, y no por proteger a los cárteles, sino por protegerse a sí mismo. México no puede renunciar a que lo que tiene que hacer su Estado le sea concedido a otro Estado nacional, por fuerte que sea.

No se trata de defender o no a narcotraficantes, se trata de defender la integridad del territorio y la integridad de las instituciones. Porque nadie tiene el derecho, con ningún pretexto, de ponerlas sobre la mesa para iniciar una negociación.

Y en materia comercial, México tiene que estar preparado como nunca; amigos, como nunca. Hemos visto un despliegue de nuestro trabajo en relaciones exteriores. Desde el canciller hasta el más pequeño de nuestros consulados, hoy se preparan para reclamar el derecho internacional, para reclamar el respeto a los derechos humanos. No estamos pidiendo otra cosa.

Y sí, estamos preparados para recibir a nuestros connacionales —y aquí hago un paréntesis—, es verdad que México tiene que estar preparado con los suyos, pero tampoco puede aceptar que pongan contra la pared la solidaridad latinoamericana. Los guatemaltecos, salvadoreños, hondureños y haitianos también son hermanos nuestros, y no les podemos negar nuestra ayuda en momentos de desgracia. México no puede voltear la cara hacia otro lado. Es nuestra historia la que está en juicio y no podemos permitir que se atropelle.

Es así, amigos, como tenemos que enfrentar esta situación crítica, efectivamente, que nadie minimiza, y el gobierno menos. Tan es así que estamos preparados con nuestros consulados, que se han hecho reuniones sectoriales con empresarios y con distintos sectores para enfrentar la amenaza que puede representar económicamente.

No podemos negarnos a prestar los recursos necesarios, tanto para la respuesta diplomática como para la respuesta económica. No todos los sectores ni todos los estados serán afectados de la misma forma. México necesita establecer fondos específicos, en caso de la imposición de aranceles, para apoyar a los sectores más afectados.

Concluyo, presidente: de eso se trata, amigos, de levantar la cabeza. No se trata de ser rijosos o pretender que somos lo que no somos; se trata de ser dignos. Porque solo esa dignidad puede darle futuro a nuestro país. Negociar, ni adentro ni afuera, lo haremos de rodillas. Primero, la dignidad de México.

Muchas gracias.

Texto y Fotos: Grupo Parlamentario del PVEM en la Cámara de Senadores