Sal artesanal, una tradición mexicana que busca reconocimiento legal: Morán Sánchez

Ciudad de México, 5 de abril de 2025

El diputado Leoncio Morán presentó una iniciativa para reconocer y regular la sal artesanal en la Ley General de Salud, diferenciándose de la sal industrial.

La propuesta busca proteger a productores, garantizar una opción más natural y saludable, y preservar una tradición con valor económico, cultural y ambiental.

El diputado federal Leoncio Alfonso Morán Sánchez, integrante del Grupo Parlamentario de Morena, presentó una iniciativa por la que se adicionan las fracciones XXII Bis y XXIII Bis del artículo 3o. y párrafos cuarto y quinto del artículo 216 Bis de la Ley General de Salud, con el objetivo de reconocer y regular la sal artesanal como un producto diferenciado de la sal industrializada.

Esta propuesta busca establecer un marco normativo que proteja su producción, comercialización y certificación, garantizando su acceso a mercados especializados y su reconocimiento oficial dentro de la legislación sanitaria del país.

“La producción de sal artesanal en México es una tradición con siglos de historia, transmitida de generación en generación. Sin embargo, la falta de reconocimiento normativo ha limitado su desarrollo y ha generado conflictos regulatorios que afectan a los productores locales”, destacó el legislador.

La iniciativa resalta que la sal artesanal se obtiene a través de métodos tradicionales como la evaporación solar, sin necesidad de aditivos químicos. A diferencia de la sal refinada, conserva minerales esenciales como magnesio, calcio y potasio, lo que la convierte en una opción más saludable.

“Nuestra propuesta busca que esta sal, con características únicas y beneficios tanto nutricionales como ambientales, sea reconocida en la Ley General de Salud para que cuente con una regulación específica que impulse su comercialización y proteja a quienes la producen”, afirmó Morán Sánchez.

Uno de los principales argumentos expuestos en la iniciativa es la importancia de la sal artesanal para la economía local, particularmente en estados como Colima, Oaxaca, Puebla y Yucatán, donde su producción sigue vigente.

En el caso de Colima, la Laguna de Cuyutlán ha sido un centro histórico de extracción de sal, con una producción de aproximadamente 40 mil toneladas por ciclo y la generación de más de 600 empleos directos.

“Colima tiene una historia salinera que debe ser protegida y promovida. La producción artesanal de sal no solo es un pilar económico para muchas familias, sino también parte de nuestra identidad cultural”, subrayó el diputado federal.

El marco de la Norma Oficial Mexicana NOM-040-SSA1-1993, regula únicamente la sal yodada y fluorada, utilizada principalmente en la industria alimentaria. Sin embargo, no contempla las particularidades de la sal artesanal, lo que ha generado dificultades para su certificación y comercialización.

“Es urgente modificar la legislación para que los productores de sal artesanal puedan acceder a certificaciones oficiales y ampliar sus mercados sin enfrentar barreras regulatorias que los colocan en desventaja frente a la sal industrial”, explicó Leoncio Alfonso.

Entre los beneficios de esta reforma se encuentra la diferenciación clara entre la sal artesanal y la refinada, lo que permitiría a los consumidores identificar una alternativa más natural y libre de aditivos.

“La gente tiene derecho a conocer lo que consume y elegir productos con beneficios comprobados. La sal artesanal es más que un simple condimento; es una fuente de minerales esenciales y una opción más saludable”, puntualizó.

Agregó que la extracción tradicional de sal contribuye a la preservación de ecosistemas costeros y lacustres. “Además de sus beneficios económicos y para la salud, la sal artesanal representa un modelo de producción ecológicamente responsable, alineado con la necesidad de impulsar prácticas sostenibles”.

La iniciativa también subraya la necesidad de proteger a los pequeños productores, quienes han enfrentado dificultades para comercializar su producto debido a la falta de reconocimiento normativo.

“Muchos productores trabajan en la informalidad porque las normas actuales no les permiten certificar su sal. Con esta reforma, buscamos darles seguridad jurídica y acceso a mejores oportunidades de negocio”, enfatizó el parlamentario.

Finalmente, el legislador hizo un llamado a sus compañeros en la Cámara de Diputados para respaldar esta iniciativa, destacando que su aprobación representaría un paso importante para la protección del patrimonio cultural y económico de muchas comunidades mexicanas.

“No podemos dejar en el olvido una tradición tan valiosa. La sal artesanal es parte de nuestra historia y merece un lugar en nuestra legislación”, concluyó.

Texto y Foto: Cámara de Diputados