Discurso de la presidenta del Senado de la República, Laura Itzel Castillo Juárez, en el Foro por la celebración del Día Mundial de la Filosofía, organizado por la Comisión de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Asociación Filosófica de México

Ciudad de México, 19 de noviembre de 2025

Muchas gracias.

Muy buenos días tengan todos y todas ustedes.

Saludo con mucho respeto al doctor Leonardo Lomelí Vanegas, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México.

A la doctora Mary Frances Rodríguez Van Gort, directora de la Facultad de Filosofía y Letras.

A la senadora Susana Harp Iturribarría, ni más ni menos, que preside esta comisión tan importante para el Senado de la República.

Y al senador Rodrigo Zapata Bello, integrante también de la comisión.

Y, desde luego, a todas las personas que hoy nos acompañan para esta gran celebración, la cual ha sido posible gracias a los esfuerzos conjuntos de la Comisión de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, así como de nuestra máxima casa de estudios, nuestra querida Universidad Nacional Autónoma de México, donde gran parte de nosotros somos egresados y egresadas de allí.

El Senado de la República se honra en recibir esta jornada de celebración del Día Mundial de la Filosofía, pues representa una oportunidad inmejorable para reconocer la importancia del pensamiento crítico.

En un tiempo marcado por desafíos globales y profundas crisis de todo tipo, el pensamiento filosófico se ha vuelto hoy más necesario que nunca.

La filosofía nos enseña a pensar por nosotros mismos, a preguntarnos por qué son de cierto modo las cosas y a reflexionar sobre cómo podrían ser distintas; a definir y a pensar de dónde venimos todos como humanos y hacia dónde podemos seguir trabajando y caminando.

En otras palabras, nos interpela a no permanecer indiferentes ante la injusticia, la desigualdad y la exclusión que persiste en el mundo.

En el año 2005, la UNESCO estableció este Día Mundial de la Filosofía para recordar que ésta no es sólo una disciplina académica, sino que debe de ser una práctica humana de carácter universal, es decir, el ejercicio de pensar, y esta es una tarea desde luego urgente.

Vivimos en un mundo donde la tecnología promete facilitarnos la vida, pero en ocasiones parece más bien reemplazar al pensamiento humano, por lo que se ha dado en llamar la Inteligencia Artificial.

Enfrentamos una crisis ambiental que nos obliga a repensar nuestra relación con La Tierra y con todos los seres vivos que habitamos en ella, y nos enfrentamos a una esfera pública en que la desinformación vuelve cada vez más difícil distinguir lo verdadero de lo falso.

Frente a estos desafíos, la filosofía sigue y seguirá siendo una guía indispensable, porque nos enseña a pensar con rigor, a dialogar con respeto y a no renunciar a la búsqueda de la verdad, incluso cuando ésta puede resultar incómoda.

Por eso, el pensamiento filosófico contribuye a construir sociedades más justas, tolerantes y respetuosas.

La filosofía, desde su origen, remite a un amor a la sabiduría, a amar el saber desinteresadamente.

Entre sus muchas ramas, podemos mencionar a la lógica, que nos enseña o nos debería, ¿verdad?, enseñar a razonar correctamente; a la estética, que nos ayuda a comprender la belleza y el arte; pero sobre todo a la ética, que nos hace reflexionar sobre nuestros principios, nuestra responsabilidad social y nuestro deber de servir al bien común, especialmente a quienes son excluidos y a quienes menos tienen.

Así lo entendía Bolívar Echeverría, uno de los grandes filósofos que enseñó en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, para quien el pensamiento no debería limitarse a interpretar la realidad, sino que debería asumir la responsabilidad de cambiarla, de transformarla.

Asimismo, Enrique Dussel, entre otros grandes referentes de la filosofía, nos enseñó que toda comunidad que se pregunta por el sentido de la vida, por la dignidad y por la justicia, está haciendo sin duda filosofía, porque ella es, en última instancia, servicio, es compromiso y es responsabilidad por el otro y por la otra, decimos nosotras.

Como lo ha señalado nuestra presidenta, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, educar no es sólo transmitir conocimientos, sino enseñar a pensar y a transformar nuestra realidad.

En ese sentido, quiero reafirmar aquí que este Poder Legislativo está comprometido con una educación pública y gratuita de calidad, que forme ciudadanos críticos, libres y comprometidos con su comunidad.

Y en estas tareas, la filosofía, decimos nosotras, sigue siendo un arma fundamental.

Deseo, pues, que los diálogos que se desarrollen en estas mesas sean fructíferos y nos inspiren a seguir pensando y transformando el mundo que queremos seguir construyendo para alcanzar un futuro más justo, incluyente y solidario para todas y para todos.

Siendo las 10:50 horas del día 19 de noviembre de 2025, declaro inaugurada esta celebración del Día Mundial de la Filosofía.

Muchas gracias.

Texto y Fotografía: Cámara de Senadores