Clara Brugada celebra reconocimiento de la Pasión de Cristo en Iztapalapa como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO

Ciudad de México, 11 de diciembre de 2025

La Representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa cuenta con 182 años de tradición e historia

El esfuerzo de los tres niveles de gobierno y el trabajo de la población de los Ocho Barrios de Iztapalapa permitieron el reconocimiento

La distinción marca una nueva etapa de salvaguarda de la tradición

La Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, celebró el reconocimiento otorgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) a la representación de la Pasión de Cristo, en Iztapalapa, como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

En evento realizado en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, la titular del Ejecutivo local destacó que esta tradición comunitaria, con 182 años de historia, es hoy un símbolo mundial de identidad, resistencia cultural y organización social.

Señaló que este logro pertenece a los Ocho Barrios de Iztapalapa y a miles de personas que año con año sostienen esta manifestación que ha trascendido generaciones y momentos históricos.

Brugada Molina recordó el largo camino institucional que hizo posible esta declaratoria, desde las primeras inscripciones locales en 2010 y 2012, hasta la gestión federal impulsada en 2019 y la inclusión en el inventario nacional en 2023.

Subrayó que este reconocimiento internacional confirma la grandeza cultural de Iztapalapa y coloca a la Ciudad de México en el mapa global de las expresiones comunitarias de mayor relevancia.

La mandataria capitalina destacó que tras la declaratoria se inicia una nueva etapa enfocada en la salvaguarda obligatoria de la tradición, en la que el Gobierno de la Ciudad de México tendrá un papel fundamental.

En ese sentido, instruyó a la Secretaría de Cultura capitalina a garantizar de inmediato los espacios solicitados por el comité organizador para ensayos y trabajos preparatorios, y afirmó que la administración local destinará los recursos necesarios para proteger y fortalecer esta celebración histórica.

Reiteró que el reconocimiento de la Unesco convierte a la representación de la Semana Santa en un tesoro cultural del mundo, pero sobre todo reafirma el orgullo y la identidad de Iztapalapa.

“De Iztapalapa para el mundo”, afirmó al llamar a mantener viva esta expresión que hoy forma parte del patrimonio cultural de toda la humanidad.

La mandataria local recordó que la tradición se inició como un acto de gratitud y promesa a la imagen del Señor de la Cuevita, luego de la erradicación de una epidemia de cólera en Iztapalapa.

El presidente del Comité Organizador de la Semana Santa en Ixtapalapa A. C. (COSSIAC), Alfonso Reyes, afirmó que el reconocimiento de esta tradición cultural por la Unesco llevó un proceso de más de 20 años de trabajo continuo, por lo que se dijo orgulloso de este reconocimiento mundial.

Reyes agradeció a las autoridades de los tres niveles de gobierno y a la comunidad de los Ocho Barrios de Iztapalapa por su apoyo permanente para alcanzar este logro, “Gracias a la Jefa de Gobierno por el respeto y respaldo que ha tenido por nuestra representación”, resaltó.

La secretaria de Cultura del Gobierno de México, Claudia Curiel de Icaza, resaltó la importancia de la distinción otorgada por la Unesco como un mensaje social y político.

En primer lugar, por reconocer la fuerza comunitaria de Iztapalapa. Segundo, por la vinculación de dicha organización de esta tradición con objetivos como la inclusión social, la igualdad de género, el trabajo y la paz, justicia e instituciones sólidas. Y tercero, porque esta inscripción es el resultado de un camino largo impulsado desde la comunidad.

“Con este reconocimiento se contribuye también en la salvaguarda de una práctica cultural viva que articula fe, memoria, trabajo comunitario, arte popular y organización social. (…) Más que una obligación como un expediente de la Unesco, es un deber del Estado mexicano con las comunidades que han mantenido vivo este patrimonio”, expresó la funcionaria.

Asimismo, refrendó el compromiso de la dependencia de cultura federal, para seguir trabajando de manera colaborativa a fin de que este reconocimiento no sea un punto de llegada, sino un punto de partida para fortalecer la salvaguarda de la tradición y ampliar el ejercicio de los derechos culturales.

El titular de la Unidad de Culturas Vivas, Patrimonio Inmaterial e Interculturalidad, Diego Prieto, reconoció el trabajo de los ocho barrios originarios de Iztapalapa y del COSSIAC, así como la colaboración de diversas instituciones culturales que durante años construyeron el expediente que permitió que la representación del Viacrucis de Iztapalapa fuera inscrita por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Señaló que este logro coloca, por primera vez, a una tradición profundamente vinculada a la Ciudad de México dentro de la lista internacional de patrimonio vivo.

Destacó que el comité de la Unesco elogió la calidad del expediente y la observancia del consentimiento libre y comunitario, elemento fundamental para valorar el patrimonio vivo.

Durante la conferencia, acompañaron a la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, la secretaria de Cultura de la Ciudad de México, Ana Francis López Bayghen; así como integrantes del elenco de la Semana Santa y el director general de Gobierno y Protección Ciudadana en la alcaldía de Iztapalapa, Mucio Israel Hernández Guerrero.


Ciudad de México, 11 de diciembre de 2025

Mensaje de la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, de funcionarios del Gobierno de México y representantes de la comunidad organizadora en Iztapalapa durante la conferencia prensa

JEFA DE GOBIERNO DE LA CIUDAD DE MÉXICO, CLARA BRUGADA MOLINA (CBM): Es que estaba viendo con el presidente que, por favor, les encargo, a la secretaria de Cultura y aquí a los demás compañeros y compañeras, el espacio que ha estado gestionando COSSIAC para sus labores de esta tradición. Así que eso por favor, veámoslo de inmediato y con muchísimo gusto.

Perdón que empiece de esta manera, pero es que son las tareas pendientes de lo que sigue, después de esta declaratoria.

Quiero saludar con mucho gusto, a todo el pueblo de Iztapalapa; a toda la comunidad de los ocho barrios, a los que están presentes. A todas y cada uno de ustedes, los saludo con mucho cariño, con mucha alegría y entusiasmo.

Saludo a la secretaría de Cultura del Gobierno de México, Claudia Curiel y por supuesto a Diego Prieto. A ambos pido un fuerte aplauso para ellos y un mayor aplauso y un gran reconocimiento a Alfonso Reyes, presidente de COSSIAC.

Un fuerte, fuerte aplauso, porque representa la labor de todo el comité, de todo el trabajo, de todas las personas que no han dejado de trabajar para lograr esto. Un aplauso a todos ustedes, por favor.

También saludo al director general de Gobierno de Iztapalapa; maestro Mucio, gracias por acompañarnos. Sabemos que la alcaldesa está ahorita en Nueva Delhi, con todo el equipo de COSSIAC, recibiendo el reconocimiento.

Muchísimas gracias.

Y a todos los que hoy nos acompañan, a todos los que en su momento fueron Cristos, démosle un aplauso. Un gran, gran reconocimiento, a quienes vienen en la representación de las vírgenes también; gracias por su labor y por su trabajo.

Hoy celebramos un acontecimiento que honra la historia viva de nuestra ciudad y del país: la Semana Santa de Iztapalapa, la gran Representación de la Semana Santa de Iztapalapa, ha sido reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Este reconocimiento, muchas gracias. Este reconocimiento, decimos, coloca a Iztapalapa en el mapa mundial de las grandes tradiciones comunitarias, y reconoce la fuerza, la identidad y la permanencia cultural de los Ocho Barrios de Iztapalapa; del pueblo de Iztapalapa, por supuesto.

La Semana Santa, esta gran representación que se hace en Semana Santa, es una expresión simbólica, cultural y comunitaria, que guarda, como ya se dijo aquí, conocimientos, concepciones del mundo y formas de vida transmitidas a lo largo de casi dos siglos.

Su raíz es profunda y el significado de todas estas tradiciones es extraordinario. La historia justamente, de esta tradición, nace en un momento de adversidad.

A mediados del siglo XIX, una epidemia de cólera trajo tiempos aciagos al pueblo de Iztapalapa. La memoria oral cuenta que fue gracias a la intervención del Señor de la Cuevita que la comunidad sobrevivió.

Desde entonces, como un acto de gratitud, el pueblo de Iztapalapa hizo una promesa. Esa promesa fue garantizar que año con año, iban a representar esta Pasión de Cristo en las calles de Iztapalapa.

Las y los habitantes de los ocho barrios comenzaron a representar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Ese gesto de agradecimiento, es la semilla de una tradición que hoy conmueve al mundo.

A lo largo de 182 años, 182 años, esta representación ha cruzado generaciones; ha resistido el cambio de los tiempos, ha fortalecido el sentido de pertenencia del pueblo originario.

¿Cuántas veces recordamos en Iztapalapa, lo que pasó con la representación de la Semana Santa? Por ejemplo, en la época de la Revolución, que hasta Zapata prestó caballos en su momento, para poder llevar a cabo la representación, y así los distintos momentos históricos y la representación año con año se hace. Hasta en la pandemia reciente, se llevó a cabo de otra manera, pero nunca se dejó de hacer.

Esta tradición ha permanecido gracias a la palabra viva, a los relatos, a las leyendas, a las enseñanzas transmitidas entre padres e hijos, de vecinos, de actores a actores, de comunidad a comunidad.

Así, con estos lazos de vecindad, de amistad, de reconocimiento, han sostenido esta organización social, que hace posible esta celebración monumental. Porque aquí el reconocimiento es a los Ocho Barrios y a los organizadores. Que no es cualquier cosa. Es algo que ellos se organizan y logran avanzar con cada uno de los detalles. Se preparan desde un año antes; organizan todo para que salga perfecto, como ha salido históricamente.

Así que esta tradición también es un puente entre los tiempos.

También entre el Cerro de la Estrella, donde hoy se escenifica una de las escenas más importantes de la representación, que es la Crucifixión del Monte Calvario y recordemos el papel que ha jugado el Cerro de la Estrella en la época prehispánica. Era el espacio sagrado del Fuego Nuevo. Es allí donde se juntan, donde se celebra el inicio de cada ciclo vital del tiempo.

Este lugar ha reunido a ambos rituales: lo prehispánico y la Representación de la Semana Santa y revela la riqueza con la que Iztapalapa ha tejido su identidad. Un cruce de historia prehispánica, herencia virreinal, memoria rural y la vida urbana contemporánea de los ocho barrios.

La defensa de su territorio, el arraigo y la resistencia cultural, han convertido a esta representación en una de las principales manifestaciones de Cultura Viva en la Ciudad de México y no sólo en la Ciudad de México.

Es una demostración y esto es muy importante, no es la representación de un acto religioso. El propio Comité ha rechazado que se pueda caracterizar de esa manera. Es una representación. Es una demostración de la organización comunitaria social; de sus tradiciones y una afirmación colectiva. Por eso hay historia, mucha historia, en este avance.

Miren, recuerdo. Era jefa delegacional en ese momento, en el 2010, cuando por primera vez declaramos como Patrimonio Cultural Inmaterial, a la Representación de Iztapalapa. Fue la primera declaratoria.

Después, en 2012, logramos que en ese entonces, quien era jefe de Gobierno, el licenciado Marcelo Ebrard, también pudiera hacer la declaratoria de la ciudad, como Patrimonio Cultural Inmaterial.

Después, después, después, en 2019 -estábamos recordando- fuimos con todos a Palacio Nacional, fuimos a solicitar al gobierno de López Obrador, que ahí estaba por supuesto, Diego, Diego Prieto y logramos que el Gobierno Federal tomara esto en sus manos como prioridad, para que esta gestión de llevarlo a la declaratoria de la UNESCO, fuera realidad, pero dando pasos poco a poco.

Así que en el 2019 fuimos todos a Palacio Nacional, ahí donde se hacen las Mañaneras. Allí llegó el pueblo, los Ocho Barrios de Iztapalapa, a tocar sus clarines y a pugnar por que se llevara a cabo esta gestión.

Y después en 2021, 2022, los talleres del INHA con el Comité; los esfuerzos aquí de nuestras compañeras de Cultura; los esfuerzos también de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, todas las instituciones, al unísono, trabajando con los principales, que eran los organizadores de la Representación, lo que era el COSSIAC, para que redactaran los motivos y todo lo que pedían.

No fue un proceso fácil. Ha sido un proceso de mucho aprendizaje para todos y de mucho tiempo.

Y después, en 2023, logramos ya con el presidente López Obrador y con la doctora Claudia Sheinbaum como jefa de Gobierno, la inscripción en el inventario del Patrimonio Cultural Inmaterial de México.

Aquí, gracias a Diego Prieto, otra vez. Muchísimas gracias. Allí logramos ese avance, para que de allí se presentara a la UNESCO, posteriormente.

Entonces, ha habido muchos momentos en los que esta tarea ha sido parte fundamental. Así como se hacía la representación, así todas las instituciones gestionábamos para que esto se llevara a cabo.

Ahora está este gran logro. Y lo más importante del logro, es lo que viene; es decir, la salvaguarda de la tradición.

Y ahí tenemos mucha responsabilidad los gobiernos. Tenemos mucha responsabilidad. Estoy segura que la alcaldía Iztapalapa, en la que está al frente Aleida Alavez, va a apoyar y va a destinar lo que sea necesario, para que esta tradición, de manera ya obligada como responsabilidad de los gobiernos, continúe.

Y de parte del Gobierno de la ciudad, quiero decirles que cuenten con nosotros, para que esta tradición pueda mantenerse viva y todo lo que requieran para ello.

Así que por eso empecé dando instrucciones, de que los espacios necesarios para que tengan un lugar amplio y bueno para sus ensayos, se haga una realidad. Entonces, ésa es la historia. Es la historia de muchos años de este gran pueblo de Iztapalapa.

Así que hoy tenemos que la UNESCO reconoce esta tradición y no sólo como un tesoro de Iztapalapa, sino hoy es un tesoro cultural del mundo; de Iztapalapa para el mundo, como hemos repetido tantas veces.

Y así, se confirma que Iztapalapa es y ha sido siempre, uno de los grandes centros culturales de nuestra ciudad y de nuestra nación.

A todas y todos los habitantes de Iztapalapa: siéntanse orgullosos de que el nombre de Iztapalapa se inscribe en lo más alto de la memoria de la humanidad; en la cultura de la humanidad.

Siéntanse orgullosos todos, orgullosas todas, todos los habitantes de Iztapalapa.

Así que este logro ante todo, es de los Ocho Barrios de Iztapalapa.

¡Que vivan los Ocho Barrios de Iztapalapa! ¡Que vivan sus tradiciones! ¡Que viva la Representación de la Semana Santa!

Así que todos los que dedican su tiempo y esfuerzo a esta tradición, démosle un fuerte aplauso, pongámonos de pie y aplaudamos a todos los portadores de la tradición, de la Representación de la Pasión y Muerte de Jesucristo en Iztapalapa.

Es ya una realidad. Está declarado ya como un gran tesoro que tenemos que cuidar todas y todos. La Representación de la Semana Santa de Iztapalapa, seguirá siendo un símbolo de gratitud, de resistencia, de identidad y de comunidad.

Hoy el mundo lo reconoce y hoy como ciudad lo celebramos con orgullo.

Gracias al Gobierno de México, gracias al INAH, gracias a Diego Prieto; gracias a Claudia, gracias a la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México. Gracias a la alcaldía y gracias al pueblo maravilloso de Iztapalapa.

Muchas gracias.

Vénganse todos.

PRESENTADOR: Damos inicio a este momento: Pasión de Cristo en Iztapalapa, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Felicidades.

Agradeciendo la presencia de las y los compañeros de los medios de comunicación que nos acompañan, para cubrir el instante de quienes nos siguen a través de plataformas digitales.

De igual manera agradecemos la participación de las actrices y los actores que escenifican este momento, y también gracias a los actores que han escenificado a Cristo a lo largo de los últimos años, para este momento histórico.

Acompaña a nuestra jefa de Gobierno en el presídium, la secretaria de Cultura del gobierno de México, licenciada Claudia Curiel de Icaza; el presidente del Comité Organizador de Semana Santa en Iztapalapa, Alfonso Reyes Ramírez; el titular de la Unidad de Culturas Vivas, Patrimonio Inmaterial e Interculturalidad, el antropólogo Diego Prieto Hernández.

La “Virgen de la Soledad”, representada por Daniela Tenorio; el director general de Gobierno y Protección Ciudadana en la Alcaldía Iztapalapa, maestro Mucio Israel Hernández Guerrero.

La secretaria de Cultura de la Ciudad de México, licenciada Ana Francis Mor. Preside el momento la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, licenciada Clara Brugada Molina.

Damos inicio al uso de la voz, con la invitación a tomarla por favor, para el titular de la Unidad de Culturas Vivas, Patrimonio Inmaterial e Interculturalidad, el antropólogo Diego Prieto Hernández.

TITULAR DE LA UNIDAD DE CULTURAS VIVAS, PATRIMONIO INMATERIAL E INTERCULTURALIDAD, DIEGO PRIETO HERNÁNDEZ (DPH): Bueno, nada más aclarando que esta entidad se llama Unidad de Culturas Vivas, Patrimonio Inmaterial e Interculturalidad.

Y es muy importante esta última palabra, porque la alcaldía Iztapalapa, desde hace poco se integró a la Red Internacional de Ciudades Interculturales, que tiene el apoyo del Consejo de Europa, porque sin duda alguna, es la parte de la Ciudad de México que más honra la interculturalidad, la fraternidad entre pueblos, la fraternidad entre barrios, la fraternidad entre alcaldías, la fraternidad entre los estados que integran la Federación que es México y la fraternidad entre todos los pueblos, incluyendo la alcaldía que recibe con los brazos abiertos a los migrantes de todos los rincones de nuestra América; a los migrantes que por supuesto, afrontan necesidades y calamidades muy grandes.

Quiero saludar muy especialmente, a la jefa de Gobierno, Clara Brugada. Agradecerle la invitación para acompañar esta conferencia de prensa, y por supuesto, también a mi querida secretaria de Cultura del Gobierno de México, Claudia Curiel de Icaza.

Quisiera empezar haciendo algunos reconocimientos, porque éste ha sido el trabajo de muchos, sobre todo de los iztapalapenses; de los Ocho Pueblos y Barrios Originarios de Iztapalapa, y del Comité Organizador de la Semana Santa en Iztapalapa A.C., COSSIAC, pero también de muchas instituciones.

Quiero en primer lugar, reconocer la labor que desde al menos 2012, viene impulsando el Instituto Nacional de Antropología e Historia, que en algún momento me correspondió dirigir, pero que ahora dirige con acierto, Omar Vázquez Herrera; a su secretario técnico, José Luis Perea; al director de Patrimonio Mundial, Francisco Vidargas; a la subdirectora de Patrimonio Cultural Inmaterial, que estuvo en Nueva Delhi, junto con la gente de COSSIAC, del Gobierno de la Ciudad de México y de la alcaldía Iztapalapa, y a la que le correspondió dirigir las primeras palabras para los países hermanos de la UNESCO.

A Carmen Mendoza, directora del Centro Comunitario Culhuacán en la delegación Iztapalapa, en donde se realizaron los talleres, las charlas y los trabajos, que dieron lugar a la formación del expediente técnico.

Agradecer también y reconocer, la participación de lo que fuera en su momento la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas, que en su momento dirigió el poeta nahuatlaco, huasteco, Mardonio Carballo, ahora UCUVI, Unidad de Culturas Vivas. Le llamamos UCUVI, para que nos podamos acordar más fácil.

Y también agradecer la colaboración de la encargada de Patrimonio Inmaterial de la UCUVI, Carmen Ruiz, que estuvo en todos los talleres, en todos los trabajos, y que la gente de COSSIAC conoce y la quiere mucho.

Agradecer el trabajo de la Secretaría de Cultura federal. Antes, cuando la secretaria era Alejandra Frausto, pero sobre todo ahora, con nuestra querida Claudia Curiel de Icaza.

Agradecer la participación de todas las autoridades del Gobierno de la Ciudad de México. Fíjense ustedes qué coincidencia: cuando el INAH, que dirigí entonces, toma la conducción, pues la alcaldesa de Iztapalapa era precisamente Clara Brugada, ya ella nos contará y la jefa de Gobierno era Claudia Sheinbaum, ahora Presidenta de la República.

Como que este expediente también generó la posibilidad de acceder a este Tiempo de Mujeres que vivimos en México y en la Ciudad de México.

Reconocer también la ayuda de la UNESCO, la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura; muy particularmente a Andrés Morales, su representante en México y a quien fuese directora general de UNESCO, Audrey Azoulay, que mucho nos ayudó para que este expediente avanzara.

Agradecer el trabajo de la cancillería de México, siendo canciller Marcelo Ebrard en su momento y ahora Juan Ramón de la Fuente. Pero ayudó mucho también, el representante de México en la UNESCO, Juan José Bremer y también ahora Juan Ferrer, representante de México en la UNESCO.

Por supuesto, reconocer la tarea de la Alcaldía Iztapalapa, que fue la que estuvo insistiendo con el INAH, con la Secretaría de Cultura, con la Jefatura de Gobierno, de que avanzara este trabajo en su momento, estando al frente Clara Brugada y ahora Aleida Alavez, que hoy no nos puede acompañar, porque me supongo que, o sigue en Nueva Delhi, o está en tránsito de esta lejana ciudad de la India.

Y por supuesto, también el trabajo de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, que en su momento también Claudia Curiel fue secretaria de Cultura de la Ciudad de México y ahora secretaria federal, y pues ahora Ana Francis, Secretaria de Cultura de la Ciudad de México. Tal vez con la presencia de tantos personajes, después puede hacerlo a nivel federal, no lo sabemos.

Pero quería empezar por estos reconocimientos, porque insisto: la tarea ha sido de muchos, pero sobre todo ha sido regreso de los pueblos; de los Ocho Pueblos de Iztapalapa y del Comité Organizador de la Semana Santa. Es una tarea en que se incorporan miles y miles de personas.

Hay que entender que el patrimonio cultural de México es inmenso, es inconmensurable. Y constituye parte de lo que desde el Humanismo Mexicano reconocemos como la grandeza de México.Este patrimonio se manifiesta en la presencia de muy diversas expresiones culturales, en las listas del Patrimonio de la Humanidad.

Y aquí quisiera explicarles de qué se trata esto de las listas del Patrimonio de la Humanidad, porque en estricto, hay dos listas.

Hay una que obedece a la Convención del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, que es una convención suscrita en 1972; en esta Convención, hay una lista que habla de un conjunto de lugares, monumentos, parques nacionales, sitios, bienes y expresiones que se consideran de valor universal excepcional. Es una lista que, como ven ustedes, se ha venido integrando desde hace más de 50 años, en la que México tiene 36 inscripciones; 28 son de carácter cultural, 2 son patrimonio mixto y 6 son patrimonio natural.

Esta Convención sobre todo, atiende lo que se llama el Valor Universal Excepcional, de los bienes que se integran en esta lista. Pero esta lista corresponde a una Convención que de manera creciente se fueron dando cuenta a los países.

Todavía se ancla, todavía se instala en una idea muy occidental, de lo que es bello o de lo que es monumental. De hecho, los países del sur, los países del “Tercer Mundo”, estaban muy poco representados ahí, salvo México. De manera que en el año 2013 suscribe otra Convención, que se llama Convención Internacional para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.

Esto de inmaterial, tómenlo ustedes como una especie de metáfora, porque el patrimonio inmaterial, lo vemos aquí, tiene una intensa materialidad. Por eso la UNESCO cada vez más, le llama mejor: Patrimonio Vivo.

Se trata de todas esas expresiones culturales, cuya producción, reproducción, continuidad, innovación y permanencia, dependen de sus portadores. Si no hubiera quienes se integran a la Representación de la Pasión de Cristo, no hubiera esta expresión, este elemento cultural.

Por eso y atendiendo a la importancia de cuidar el Patrimonio Vivo, se generó esta Convención. En esta Convención, que es mucho más reciente, México alcanza hoy 13 inscripciones como Patrimonio Cultural Inmaterial de toda la humanidad.

Por supuesto que son muy pocas, porque las expresiones del patrimonio vivo son infinitas. Pero bueno, lo cierto es que vamos avanzando. Y si sumamos ambas listas, México tiene 49 expresiones del Patrimonio de la Humanidad; 49, y este año logramos inscribir 2.

Una, en el Patrimonio Mundial, que es la ruta del pueblo Wixárika hasta Wirikuta. Por primera vez, un pueblo indígena vivo está presente en estas listas. Y la otra, precisamente la Representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa.

Por primera vez, una tradición específicamente vinculada a la Ciudad de México, aparece en las listas del Patrimonio Cultural Inmaterial, donde ahora convive con las festividades de Día de Muertos, el ritual de los Voladores, el tema de la cocina o la gastronomía mexicana y otras más.

Esta inscripción tiene todo un antecedente. Quiero destacar que el Comité de Patrimonio Inmaterial de la UNESCO, felicitó -como ustedes pueden verlo, si ven el vídeo- con elogios, particularmente la alta calidad de los videos que se presentaron, junto con el expediente y aquí hay que agradecer mucho a Canal 21. Estaba ahí Alonso Millán, que después entró a dirigir Canal 22; felicitar a Anita Galicia de TV INHA, que han hecho unas producciones excelentes.

Pero además, lo que principalmente destacó, el comité de la UNESCO, es la estricta observancia del principio de consentimiento libre, previo e informado, de las partes interesadas, con respecto al proceso de nominación. Porque fíjense ustedes: cuando hablamos de Patrimonio Vivo, no interesa sólo el valor universal o estético de la expresión; interesa el compromiso, la disposición y la voluntad de los portadores. Es decir, de todas y todos los que hacen posible esta manifestación, que tiene que ver mucho con los actores, que tiene que ver mucho con los personajes, pero también con un conjunto de tradiciones, para poder producir las coronas, los atuendos, los vestuarios, las cruces, los elementos escenográficos.

Hay un conjunto de artes, no sólo de la Representación, sino de artes diversas que se engarzan en ésta, que para la UNESCO, no constituye sólo, ni principalmente una manifestación religiosa, sino ante todo, un componente de identidad, orgullo, tradición, sabiduría y más que nada, sentido comunitario.

Porque estas tradiciones unen; estas tradiciones fomentan la cultura de la paz, esas tradiciones, sobre todo, sobreviven cuando se transmiten a las nuevas generaciones. Por lo que me da muchísimo gusto que estén por aquí estos personajes, un poco pequeños, muy jovencitos, que nos acompañen.

Saludo que esta tradición se transmita, porque mientras haya nuevas generaciones, la tradición vive en la comunidad.

Muchas gracias.

PRESENTADOR: Muchas gracias por sus palabras, al antropólogo Diego Prieto Hernández, titular de la Unidad de Culturas Vivas, Patrimonio Inmaterial e Interculturalidad.

Y aprovechamos este momento de pausa, para saludar en el presídium también, la participación de quienes personifican a la Virgen María: bienvenida Tabata Rosas; Verónica Jaed Xolotzin López Salazar.

Ya hacíamos mención y destacamos nuevamente de quienes hoy forman parte del elenco como nazarenos y años anteriores han participado representando a Cristo: en 2022, Axel Eduardo González Bárcenas; en 2012, David López Domínguez; en 2018, Iván Estrella Mosco; en 2024, Christopher Gómez Hernández; en 2014, Eduardo Guzmán Flores; en 2007 y 2008, Emmanuel Guillen Roldán y en 2025, Julio Olivares Martínez.

Continuamos así, con las palabras de la secretaria de Cultura del Gobierno de México, licenciada Claudia Curiel de Icaza.

SECRETARIA DE CULTURA DEL GOBIERNO DE MÉXICO, CLAUDIA CURIEL DE ICAZA (CCI): Muy buenos días. Muy, muy buenos días. Muy buenos días, jefa de Gobierno, Clara Brugada.

Muy buenos días a toda la comunidad de Iztapalapa y sus ocho barrios; a mis compañeros de presídium, a las actrices, a los actores; a los pequeñitos que de generación en generación, siguen esta maravillosa tradición.

Estoy muy emocionada de estar hoy en el Palacio del Ayuntamiento con la jefa de Gobierno, con todos ustedes y ver cómo se concreta el trabajo de años, con la perseverancia de la comunidad, pero también de funcionarios comprometidos, como es Clara, como el trabajo que hizo en Iztapalapa, con todo el amor y que podamos estar aquí para celebrar esta declaratoria.

Quiero saludar también, por supuesto, al Comité Organizador de la Semana Santa, el COSSIAC, que son fundamentales para este trabajo de integración de expedientes; de trabajo principalmente con la comunidad. A las autoridades de la alcaldía, a mis colegas del INAH.

A Diego Prieto, que ahora está al frente de una Unidad que es fundamental en la política cultural del Segundo Piso de la Transformación, que es la Unidad de Culturas Vivas, que ya nos dejó una explicación muy clara del trabajo que se está haciendo y se pretende hacer en Patrimonio Vivo.

A todos los vecinos y vecinas de los ocho barrios y recordar que el día de ayer en Nueva Delhi, el Comité Intergubernamental de la UNESCO decidió inscribir la Representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en Iztapalapa, en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, que como dice Diego, prefería llamarle Patrimonio Vivo.

Con este reconocimiento, México suma tres elementos inscritos en esta lista, como la Fiesta Indígena dedicada a los Muertos, hasta la Cocina Tradicional mexicana, por ejemplo; también el mariachi, la charrería, el bolero y ahora esta pasión que nace de los barrios de Iztapalapa.

Es un reconocimiento histórico que honra casi dos siglos de tradición, fe, identidad y organización comunitaria. Para entender lo que esto significa, vale la pena recordar que no estamos ante algo que pueda solamente encasillarse como un simple rito religioso, ni como una mera representación teatral.

Esto implica que, con los años, a lo largo de casi 200 años, los ocho barrios la han transformado en una gran representación, que implica meses de ensayos, construcción de escenografías, confección de vestuario y objetos rituales; transmisión de papeles entre generaciones y una organización capaz de cuidar de la movilidad y la seguridad, de millones y millones de personas.

Según la propia UNESCO, la representación de la Pasión en Iztapalapa es una tradición comunitaria que reúne a las y los habitantes en una expresión de fe, pero principalmente de identidad y de cultura.

Al inscribirla en los dominios de las prácticas sociales, rituales y acontecimientos festivos, así como de las artes del espectáculo, el mundo la reconoce como un tejido complejo de cultura popular, donde se entrelazan teatro, música, procesión; el uso del espacio público y los saberes tradicionales.

Más allá de su raíz religiosa, la inscripción subraya que esta práctica -también ya lo mencionó Diego- fomenta la paz, la cohesión social, el ejercicio de los derechos culturales y la preservación de artes y de oficios.

Con este reconocimiento, se contribuye también a la salvaguarda de una práctica cultural viva, que articula fe, memoria, trabajo comunitario, arte popular y organización social.

Estas fiestas son la apropiación que los pueblos hacen de tradiciones ligadas a sus creencias, ritos y festividades; si bien Iztapalapa tomó el relato de la Pasión y lo hizo cultura popular, lo llevó a sus calles, a sus oficios, a sus músicas y a su manera de organizarse como barrio.

Ahí se juega al mismo tiempo, la libre manifestación de las creencias y nuevamente el ejercicio pleno de los derechos culturales. Que esta celebración haya sido inscrita como Patrimonio de la Humanidad, constituye también un mensaje social y político muy, muy, poderoso.

Primero, porque reconoce a Iztapalapa en el mundo, desde su fuerza comunitaria; capaz de organizar una de las representaciones más complejas en el país, en el mundo entero; de sostenerla casi dos siglos y de compartirla con millones de personas.

Segundo, porque la UNESCO vincula esta tradición con objetivos como la inclusión social, la igualdad de género, el trabajo digno y la paz; la justicia y las instituciones sólidas. Esto nos recuerda que el Patrimonio Inmaterial es una plataforma que garantiza los derechos culturales.

Y tercero, porque esta inscripción es el resultado de un camino largo, impulsado desde la comunidad que ahora seguramente la jefa de Gobierno nos contará cómo inició y que independientemente de que lo encabezaron el INE y muchas instituciones, viene de la comunidad.

En 2023, que fue cuando tuve la oportunidad de estar en la Secretaría de Cultura de la ciudad, lo que a mí me tocó en ese momento con Alonso Millán, fue aportar desde Canal 21, un documental que se llama Historia de una Promesa, que lo pueden ver en YouTube. Es una de las producciones más ambiciosas que tuvimos en el canal.

Durante semanas, recorrieron los ocho barrios; escucharon a los actores, a las actrices, autoridades, proveedores, y sobre todo, al corazón de la celebración que es el COSSIAC.

Este video fue parte de la celebración de 180 años de representaciones ininterrumpidas y había que celebrarlo en grande y al mismo tiempo contar una historia que hoy forma parte de ese expediente que sustenta esta declaratoria.

Se los recomendamos muchísimo: Historia de una Promesa invita a que puedan reconocer, ver la ciudad, reconocer sus barrios y que nos sintamos todos orgullosos, independientemente de que no vivamos en Iztapalapa.

En el tema que tiene que ver con memoria y documentación, retratar esta historia es una forma de asumir el compromiso y responsabilidad que conlleva este reconocimiento, que más que una obligación, como un expediente de la UNESCO, es un deber del Estado Mexicano, con las comunidades que han mantenido vivo este patrimonio.

Por último, Diego hizo a bien reconocer la participación de muchísima gente, pero reitero el trabajo coordinado en todas estas instancias que se involucraron, como la Ciudad de México, la alcaldía, las comunidades, el INAH, ahora la Unidad de Culturas Vivas, el Canal 21, que han marcado un estándar a nivel mundial.

Porque de verdad, ahora tuvimos la oportunidad de estar en Mondiacult –también estaba Diego Prieto– muchos países también de América Latina nos preguntaban sobre este maravilloso trabajo de Patrimonio Vivo, porque México es líder en muchas declaratorias.

Y hemos marcado un estándar de no sólo cómo construirlos, sino cómo hacer los planes de salvaguarda, que es lo más importante. No sólo hacer una declaración, sino cómo se va a fortalecer, cómo se va a procurar que se reproduzca; que se garanticen las condiciones y que esto siga de generación en generación.

Es así como esta inscripción reafirma algo esencial para la política cultural del país: que las comunidades no son beneficiarias, las comunidades son sujetos de derecho y de decisión; portadoras de saberes, portadoras de cultura.

Desde la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, seguiremos trabajando de manera colaborativa, para que este reconocimiento no sea un punto de llegada, sino un punto de partida para fortalecer la salvaguarda de la tradición y para ampliar el ejercicio de nuestros derechos culturales.

Muchísimas gracias. Gracias, jefa de Gobierno por la invitación, y felicidades a la comunidad.

Saludo también a Antonieta, que la estoy viendo acá; también trabajamos con ella cuando estuve en la ciudad, Antonieta en Iztapalapa, es parte también de este trabajo de impulso.

Muchas gracias.

PRESIDENTE DEL COMITÉ ORGANIZADOR DE LA SEMANA SANTA DE IZTAPALAPA (COSSIAC) ALFONSO REYES RAMÍREZ (ARR): Buenos días, jefa de Gobierno, medios de comunicación y asistentes que nos acompañan.

Hoy, Iztapalapa y sus ocho barrios, estamos celebrando el acontecimiento histórico que presenciamos durante la madrugada de este 10 de diciembre. El Comité Intergubernamental para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, inscribió a la representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo de Iztapalapa, en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Es importante destacar que para llegar a dicha inscripción, tuvimos que pasar por muchos procesos, que nos llevó cerca de 20 años de arduo trabajo, en los que realizamos investigaciones de campo, visitas a hemerotecas, así como recopilación de crónicas de las personas de mayor edad, por mencionar algunas de las actividades.

Como presidente de este Comité, que desde hace 182 años ha preservado y organizado esta representación, fue un gran orgullo poder observar una imagen de nuestro Señor de la Cuevita, acompañando a la delegación diplomática de México, presente en dicha sesión en Nueva Delhi, India.

Esa inscripción es un reconocimiento mundial al legado que nuestros antepasados iniciaron para cumplir un exvoto que año con año es renovado, demostrando no sólo la devoción de los ocho barrios, sino también la cohesión social que existe.

Quiero agradecer a toda la comunidad de los ocho barrios de Iztapalapa, que se involucran año con año en la elaboración de escenarios, para las caídas, adornos, limpieza de las calles, o para sumarse a las diferentes comisiones de trabajo, como son: difusión, cultura, logística, seguridad y muchas otras.

Gracias también a todas las autoridades de los tres niveles de Gobierno, cuyo acompañamiento y orientación contribuyó a este logro.

Gracias a la jefa de Gobierno, por el respeto y respaldo que ha tenido para nuestra representación.

Estamos conscientes de lo que implica la inscripción que hoy nos convoca, por lo que seguiremos resguardando con recelo nuestra tradición.

¡Viva México, viva Iztapalapa y sus Ocho Barrios!

¡Viva el Señor de la Cuevita! ¡Viva el Señor de la Cuevita! ¡Que viva el Señor de la Cuevita!

Gracias.

Texto y Fotografías: Gobierno de la Ciudad de México