En el Senado de la República analizan retos y oportunidades de México y América Latina hacia una reforma del multilateralismo

Ciudad de México, 27 de octubre de 2025

Destacan aporte de nuestro país a las Naciones Unidas en el respeto a los derechos humanos y el cumplimiento del compromiso con la igualdad e inclusión

Durante el conversatorio “México y la ONU: 80 años trabajando por la paz, los derechos humanos y el desarrollo sostenible”, senadores, diplomáticos, especialistas, expertos y académicos analizaron los retos para reformar el multilateralismo, así como el papel de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de América Latina en este proceso.

El senador Alejandro Murat Hinojosa mencionó que actualmente se vive un cambio de paradigma de la agenda internacional, con una “reacción hacia el nacionalismo, hacia ideologías que marcan el discurso” y se dejan de atender temas fundamentales como la paz, los derechos humanos y la atención a la igualdad de género.

Por eso, “debemos reajustar el espacio de las Naciones Unidas”, señaló el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, en el panel del alto nivel de este encuentro, moderado por la vicepresidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, Verónica Camino Farjat.

Murat Hinojosa advirtió que hay un cuestionamiento claro al multilateralismo y una crisis de equidad, porque existe una mayor concentración de la riqueza, y lo que define hoy al mundo son “los algoritmos de las siete grandes empresas tecnológicas que nos imponen sus principios y valores”.

Planteó que el trabajo de cooperación entre México y la ONU debe incluir los aspectos de la igualdad y no discriminación, prosperidad y sostenibilidad ambiental, así como gobernanza, paz y seguridad.

México y América Latina, consideró el legislador, deben jugar un papel preponderante en la agenda multilateral que se plantea desde la ONU, basado en el equilibrio del medio ambiente al contar la región con 50 por ciento de la biodiversidad mundial; la relación más equitativa con los países del sur; el impulso de la gobernanza en Inteligencia Artificial; y una diplomacia parlamentaria más activa.

En tanto, Élodie Brun, investigadora de El Colegio de México, advirtió que, si la ONU desapareciera, podría aparecer otro organismo, pero se tendrían altos costos, similares a los de una guerra mundial. Respecto al papel de América Latina indicó que la región debe aumentar las contribuciones obligatorias de los países del sur, ya que no es posible seguir defendiendo a la ONU y no comprometerse más en términos materiales.

Pagar a tiempo y aumentar la participación, explicó Élodie Brun, tiene el fin de disminuir el carácter indispensable de las potencias como Estados Unidos; además llamó a promover la elección de una candidata regional para la Secretaría General de las Naciones Unidas, ante las innovaciones en términos de normas y prácticas, que ha hecho la región, para el buen funcionamiento de la cooperación internacional.

Ulises Canchola Gutiérrez, encargado de la Dirección General para la ONU, comentó que para reformar a la organización, se tiene que tomar en cuenta la crisis actual del multilateralismo, la reconfiguración de los Estados y el “plurilateralismo”, un ejercicio en el que sólo algunos miembros de la sociedad internacional participan.

Destacó que la cancillería mexicana trabaja en cómo hacer de Naciones Unidas una maquinaria multilateral y eficiente, a través de UN80 Global, una iniciativa impulsada principalmente por México junto con Noruega y otros estados.

Por su parte, Peter Grohmann, coordinador residente de las Naciones Unidas en México, informó que se cuenta con un marco de cooperación sostenible firmado el mes pasado con el canciller mexicano; este acuerdo, dijo, no tiene la intención de asumir funciones del Estado, sino buscar buenas prácticas relevantes para México, además de acompañarlo en los compromisos que ha asumido a nivel internacional.

Más tarde, durante el Panel de Igualdad e Inclusión, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Reyna Celeste Ascencio Ortega, dijo que el principal reto de los países es desmantelar las estructuras que vuelven rentable y persistente la desigualdad, y desde el Poder Legislativo se deben lograr que los acuerdos internacionales se traduzcan en derechos efectivos.

Subrayó que México ha sido pionero en elevar a rango constitucional la paridad en todos los espacios de toma de decisiones, hecho que representa una conquista democrática y se cumple una deuda histórica que se tenía. Su aprobación, subrayó, ha demostrado que la representación real es la base de la igualdad sustantiva y que la paridad debe ser norma, no la excepción.

Dijo que México, como miembro fundador de la ONU, reafirma su compromiso con la paz, la justicia y la dignidad humana, por lo que el multilateralismo debe ser una herramienta “viva, cálida, profundamente humana, capaz de coordinarnos para sanar las heridas que las desigualdades han generado en nuestros pueblos y a las que desafortunadamente se siguen enfrentando todos los días”.

La secretaria de la Mesa Directiva, Mariela Gutiérrez Escalante precisó que el Poder Legislativo en nuestro país ha realizado acciones para impulsar la igualdad e inclusión para mujeres y niñas, además de que se ha puesto sobre la mesa la discusión acerca de la importancia de fortalecer nuestro marco jurídico y contar con una legislación en materia de cuidados que permita establecer estancias infantiles y centros de día para atender a personas adultas mayores y con discapacidad.

“México no se ha quedado de brazos cruzados”, ha impulsado la consolidación de un marco jurídico con pleno respeto a los derechos humanos y también ha mostrado su compromiso con la comunidad internacional, pues ha suscrito diversos instrumentos internacionales en materia de igualdad e inclusión.

La oficial nacional de Programas y Especialista en Empoderamiento Económico de ONU Mujeres, María de Lourdes Colinas Suárez, señaló que a cinco años de la fecha límite de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ninguna de las metas de igualdad de género avanza como se había previsto.

Advirtió que la violencia es un tema generalizado para las mujeres y niñas, porque afecta el ejercicio de sus derechos económicos, sociales y culturales; por ello, al acelerar intervenciones en los temas de cuidados, educación, economía verde, mercados laborales y protección social, puede ayudar a reducir el número de mujeres y niñas en situación de pobreza extrema.

Texto y Fotografía: Cámara de Senadores