Ciudad de México, 9 de diciembre de 2025

La Mesa Directiva concedió uso de la tribuna a Rosario del Carmen Gutiérrez Estrada, originaria de Tila, Chiapas

En el marco de la iniciativa “Las lenguas toman la tribuna”, en la sesión de la Cámara de Diputados Rosario del Carmen Gutiérrez Estrada, hablante de lengua ch’ol, pidió cuidar las lenguas y no dejar que mueran.

“Cuando perdemos u olvidamos nuestra lengua, la lengua de nuestros ancestros, perdemos parte de nuestra vida, de nuestro espíritu, olvidamos nuestra conexión con la madre tierra, enfermamos nuestra agua, nuestras montañas, el espíritu de las personas de los pueblos ancestrales, de personas no pertenecientes a pueblos originarios, el espíritu de los bosques y de los animales”, advirtió.

Llamó a no dejar que las vidas se pierdan olvidando la lengua, el espíritu y la sabiduría de los ancestros. “Enseñen sobre la vida y el espíritu de la madre tierra a las personas de las comunidades, a los jóvenes, a las infancias. Cuida nuestra lengua ch’ol, cuida el espíritu de la vida. No dejen morir las lenguas; la importancia habita en el espíritu de cada persona que aún las pronunciamos”.

Rosario del Carmen es originaria del territorio Pansutztyeol, Tila, Chiapas, perteneciente al ejido Chulum Juárez, que antes era llamado en ch’ol chäk’tyäñija’ que significa “río rojo” porque el río estaba pintado de rojo por el tipo de suelo. El nombre antiguo de Chulum Juárez me lo dijo mi abuela Consuelo. El nombre de Pansutztyeol es porque era una loma con árboles de liquidámbar.

Añadió que en su hogar tienen mucha agua, todo es verde, tienen una manera de vivir y conciben el mundo diferente. “Nuestros cuidadores nos dicen que las montañas tienen un espíritu; como nosotros, tienen vida. Entonces, debemos ser considerados con ellos para vivir con dignidad en el territorio”.

Relató que cuando nacen en su territorio, les ayudan las personas parteras, quienes se convierten en sus abuelas y abuelos, personas mentoras de la vida colectiva, que “nos enseñan que su vida está unida con las demás personas, el agua, los cerros o montañas, lomas y todo lo que existe en el territorio”.

“Esto que les menciono nos dice que México como territorio está enfermo, nuestra madre tierra está enferma, el espíritu del agua se enferma cada día; como ejemplo, el río Atoyac en Puebla, el agua está enferma por las actividades que las personas hacemos”, subrayó.

La hablante de lengua ch’ol comentó que si se piensa en el río Agua Azul está conectado con su vida, todos los arroyos y flujos de agua son la sangre de la madre tierra. “Nuestros ancestros cuidaban el agua, los cerros o montañas, bosques y más elementos de la tierra que tienen vida, así como las montañas que nos resguardan en la comunidad, protegen las vidas que habitan ahí, como nosotros mismos, los zorros, venados, jabalís, serpientes, entre otros seres vivientes”.

Por ello, afirmó, se les enseña a respetar las vidas. Inclusive cuando nuestros ancestros cazaban, pedían permiso y respetaban épocas de reproducción para no afectar tanto a las especies y, por supuesto, solo era para comer en la comunidad, no para otras actividades.

La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Kenia López Rabadán, informó que Rosario del Carmen es originaria de Tila, Chiapas; es ingeniera ambiental y especialista en evaluación de impactos ambientales y administración de proyectos de construcción, incorporando una perspectiva de derechos humanos y de género.

Añadió que cuenta con una sólida formación académica al ser ingeniera ambiental por la UNICACH, maestra en injerencia de proyectos de construcción y derecho ambiental, y política pública. Actualmente, cursa el doctorado en derechos humanos en la Universidad Iberoamericana.

Texto, Fotografía y Video: Cámara de Diputados