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Cámara de Diputados recibe iniciativa de la presidenta de la República que prohíbe cigarrillos electrónicos y vapeadores
La Cámara de Diputados recibió de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, la iniciativa que plantea reformar la Ley General de Salud, en materia de prohibición de cigarrillos electrónicos, vapeadores y otros sistemas o dispositivos similares, así como para fortalecer la atención de la salud de la población.
Iniciamos hoy el segundo año de ejercicio legislativo, y con ello es importante hacer un recuento del proceso de transformación que México vive desde 2018.
Hemos aprobado 18 reformas constitucionales y 57 reformas legales, y nuestro movimiento logró que la historia registre a la primera mujer ocupando la Presidencia de la República: la doctora Claudia Sheinbaum Pardo.
La Presidenta no solo ha actuado con pericia y prudencia en los asuntos públicos, sino con carácter y firmeza en la defensa de la soberanía y de las mexicanas y mexicanos en el país y el exterior.
La doctora Sheinbaum ha sorprendido a tirios y troyanos por su desempeño en defensa de la patria.
Pocas ocasiones en nuestro país le correspondió a un presidente enfrentar los retos y desafíos que a ella le han tocado. Nunca, la hostilidad y la presión fueron domadas con sobriedad y aplomo.
El tiempo completo que la Presidenta le destina a su actividad se refleja en el resultado de sus acciones y el cuidado de las mexicanas y los mexicanos. Nos sentimos orgullosos de la conducción de nuestra nación por parte de la Presidenta. No podemos desoír, no podemos soslayar los obstáculos y las presiones a los que se ha enfrentado.
Pero veamos con toda objetividad lo que se ha logrado en estos siete años en que decidimos apartarnos del neoliberalismo:
• Estabilidad política y económica
• Libertades
• Se instaló la política social más profunda en la historia del país, lo cual ha dado paso a una distribución más justa de la riqueza nacional. Pronto será redistribuido a los sectores más vulnerables casi un billón de pesos del presupuesto público.
• 13.5 millones de mexicanas y mexicanos salieron de la pobreza, lo que no ocurrió en gobiernos conservadores.
• El Estado recupero su rectoría en Las áreas estratégicas ee energía Y De Electricidad, entre otras
• Se Doto al Estado Mexicano de Instrumentos jurídicos. Para enfrentar al crimen y delincuencia, logrando disminuir en estos once meses los delitos de alto impacto,
• Se dignificó a las y los trabajadores y se aplicaron los aumentos al salario mínimo como nunca había ocurrido.
• Se acumularon conquistas laborales, eliminando el outsourcing y estableciendo un modelo más avanzado en el reparto de utilidades.
• Se otorgó libertad sindical para organizarse y se logró una legislación avanzada en materia laboral.
• Se recuperó la dignidad de los pueblos indígenas y afromexicanos, y se reconocieron derechos sobre sus tierras y posesiones, respetando usos y costumbres.
• Se lograron consolidar derechos de las mujeres. Se impuso una agenda sin precedente en materia de equidad e igualdad de género, erradicación de la violencia en razón de género, y de acceso a los órganos del Estado y de representación. Igualdad sustantiva y brecha salarial.
• Constitucionalmente, se reconoció a las y los jóvenes para incorporarlos e incluirlos en la agenda progresista de nuestro movimiento.
• Se ha actuado con dignidad y firmeza en la defensa de nuestros valores, soberanía e historia. Todos los días, a toda hora, la Presidenta Sheinbaum ha dado muestra de ello.
• Se reforzó nuestro carácter de nación independiente, estableciendo en la Carta Magna la prohibición de actos injerencistas, desproporcionados o de aplicación extraterritorial.
• Se dio paso a la reforma más profunda en la historia de México en materia judicial. Acudimos a las urnas a elegir a las y los nuevos impartidores de justicia; una hazaña ciudadana. Y algo muy destacable es que no hubo un solo acto de violencia en la puesta en marcha de esta trascendental reforma, en la cual confiamos para recuperar el déficit de justicia y comenzar una nueva era para beneficio de las y los justiciables.
• Disponemos de nuevas instituciones que perfeccionan la democracia y mejoran la participación ciudadana, como la consulta popular y la revocación de mandato, a la que se someterá nuestra Presidenta a la mitad de su encargo.
• Se garantizó protección a los animales y esto se elevó a rango constitucional.
• Se han salvaguardado los maíces nativos y se privilegió el cuidado al medio ambiente, evitando políticas extractivas.
• Se refuerza el carácter pluriétnico de nuestra patria.
• Se defiende a las y los mexicanos radicados en el extranjero, y se otorgan facilidades para su reincorporación productiva a nuestro país, sin olvidar su defensa frente a la política hostil del gobierno estadounidense.
La oposición actúa de conformidad con su estrategia y sus objetivos, pero sus integrantes no se pueden encerrar solo en la diatriba, el rencor y el odio, que los alejan de la propuesta, el entendimiento, el acuerdo en beneficio del país.
Para enfrentar los retos formidables y poderosos que actúan en nuestra contra como Estado nacional, requerimos cohesión y coincidencia en los objetivos comunes que nos otorguen grandeza y recuperen el espíritu consecuente de nuestros mayores, quienes, en distintas épocas, lucharon por la patria en condiciones, incluso, de franca inferioridad militar y económica, pero de un valor incorruptible e indomable.
No podemos eludir la realidad nacional.
México vive momentos cruciales y de riesgos enormes que amenazan nuestra soberanía y nuestra independencia. Pero estos desafíos mayúsculos no podemos enfrentarlos con querellas estériles, contradicciones insustanciales y mucho menos con discursos de odio, rencor e irracionalidad pronunciados de manera permanente.
Es condenable repetir el llamado intrusivo, injerencista e invasor de nuestro país. Es darle la espalda a nuestra historia y a nuestros antepasados que sufrieron la degradación y el trato indigno del Gobierno y el Ejército extranjero que nos humilló y nos despojó de más de la mitad del territorio nacional.
No olvidemos que la división interna favoreció el expansionismo extranjero y debilitó la fuerza nacional.
Hoy, como ayer, estamos en grave peligro por la política hostil y prepotente del extranjero poderoso, y el escudo que requerimos construir es la unidad nacional.
Son momentos de definición y de cohesión.
Nuestra Jefa de Estado, la Presidenta Claudia Sheinbaun Pardo, ha reaccionado a la altura de las circunstancias, y su conducción de la nación —con firmeza y diplomacia— es ejemplar.
Con prudencia, pero sin titubeos, actúa con fuerza y convicción cuando se trata de defender a la patria y a las mexicanas y los mexicanos dentro de nuestras fronteras y allende ellas.
Es la hora de convocarnos al fin superior.
Es la hora de abandonar a quienes se alegran de que nos agredan, y que simpatizan y promueven la invasión y la injerencia en nuestros asuntos.
Es la hora de México.
Desde esta tribuna, convoco a las mexicanas y los mexicanos a respaldar a nuestra Presidenta; a no sucumbir a los llamados a violar la Constitución.
Que el odio faccioso no destruya nuestro orgullo nacionalista y patriota.
Que la ira y la furia no se coloquen por encima de la razón y la dignidad.
No perdamos tiempo. Cada una y cada uno de nosotros comencemos nuestra tarea.
Hoy, de cara a la Nación, advertimos también de las presiones inaceptables que se busca ejercer contra la titular del Poder Ejecutivo Federal para que permita la intervención de tropas extranjeras para combatir un problema de magnitud binacional e internacional, cuando se está demostrando la eficacia de la estrategia de combate a la delincuencia organizada que ha logrado la mayor incautación y destrucción de drogas ilícitas como el fentanilo, en el menor tiempo posible, reconocido por el propio gobierno norteamericano. De la misma manera, cuando la migración indocumentada ha llegado a sus niveles mínimos en 60 años, y cuando los otros problemas binacionales han encontrado colaboración y cooperación inmediata para su encauzamiento.
México no necesita ninguna intervención ni sometimiento, necesita más colaboración, cooperación y confianza, y eso lo está logrando en menos de un año nuestra Presidenta Claudia Sheinbaum, la Presidenta de todas y todos los mexicanos.
Por último, pero no lo último, nuestro Congreso de la Unión necesita también un poco de la autocrítica y la autorreflexión que con frecuencia nos exigimos los unos a los otros. El buen legislador, por la casa empieza. Usemos con mayor responsabilidad, visión y altura de miras nuestra máxima tribuna. Cuando agredimos a uno de nosotros, no es a una persona, no es a un adversario, no es ni siquiera a un partido. Es a una de las instituciones con mayor historia y dignidad republicana. No pierde un legislador ni gana otro. Perdemos todos por igual. No es un problema de imagen, es un problema de imago. Es decir, de fondo republicano y de trasfondo democrático. No es una exageración, pero a quien arrastramos con estos espectáculos es al país; y nosotros perdemos ante nuestros connacionales y en el concierto internacional. El fuero no es para sacar la furia del hígado, sino para proteger las ideas de la mente.
Hagamos votos para que este segundo año de ejercicio de nuestra Legislatura esté a la altura de lo que pide y espera el gran pueblo de México, nuestro único patrón y juez. Lo podemos lograr entre todas y todos.