Discurso de la presidenta del Senado de la República, Laura Itzel Castillo Juárez, en la inauguración de la Exposición Gráfica “Pueblo del Maíz”

Ciudad de México, 16 de octubre de 2025

¿Qué tal? Muy buenas tardes tengan todos y todas ustedes.

Estamos muy contentas, muy contentos de que nos acompañan en esta exposición que forma parte del foro que se está organizando, que ahora se está llevando a cabo. Un foro muy importante que es “Desde la milpa”, esta concepción fundamental de la vida de nuestra patria.

Les agradezco a quienes se encuentran aquí presentes que estén con nosotros y, bueno, yo diría que además Karina Ruiz Ruiz es nuestra senadora migrante, que siempre está en defensa de nuestros compatriotas mexicanos y es una representación fundamental que se da en el Senado de la República.

Y el senador Manuel Huerta que, como lo conocemos bien, es un luchador social que siempre ha estado del lado de las causas mejores de nuestra patria, que nos conocemos ya hace muchos años, décadas y es de Veracruz, donde yo también tengo sangre huasteca, ¿verdad?

Que ahora está pasando por una situación muy difícil nuestros hermanos y hermanas en varios estados de la república, y que nos estamos solidarizando. Incluso vamos a llevar ahora el acopio a la SEDENA, que es un granito de arena, un granito de maíz para todo lo que se requiere y que es una de las características: la solidaridad.

Y, desde luego, aquí está la doctora Mercedes López, que es quien encabeza esta demanda colectiva del maíz, que lleva ya más de 10 años, 12 años, y que se inició en la sede de la Fundación Heberto Castillo Martínez. Un aplauso para ella.

Y, bueno, Adelita San Vicente, que fue asesora durante un largo tiempo, asesora también cuando yo fui diputada, donde empezamos nosotros. La lucha por la defensa del maíz lleva muchos años y siglos, pero Adelita San Vicente, una conocedora de todos estos temas y, bueno, todos son luchadores sociales. Aquí está Adelita, es de la extrema izquierda.

Bueno y estamos con Malin Jönsson que es la representante, ni más ni menos, de que, sin maíz…

CORO: No hay país.

SENADORA LAURA ITZEL CASTILLO JUÁREZ: Aquí está. Un aplauso para ella.

Y, pues, qué decir que estamos en la inauguración de esta exposición de este gran gran artista. Que vamos a hacer posteriormente un recorrido, pero, desde luego, quiero hacer todo un reconocimiento a este autor que me pareció a mí muy muy importante que el día que se estaba llevando a cabo este foro pudiéramos disfrutar de toda la obra que ha desarrollado con grabados y que además los imprime en tortillas y, bueno, eso lo vamos a ver más adelante.

Y, desde luego, un gran aplauso a Antonio Guerra, que en el apellido lleva la fuerza ¿verdad? Entonces, bueno, siempre estamos los mexicanos y las mexicanas al grito de guerra.

Entonces, vamos a ver la exposición.

El pasado 29 de septiembre, conmemoramos oficialmente el Día Nacional del Maíz; sin embargo, hoy nos reunimos con el mismo propósito: Celebrar no sólo una planta sino la raíz fundamental que nos sustenta como pueblo.

En esta exposición, a través de la mirada gráfica de Antonio Guerra, se despliega un universo de memoria, lucha, alimento y espiritualidad.

“Pueblo de Maíz” no es sólo una muestra artística, es un acto de reconocimiento, una ofrenda a nuestra historia y a quienes la han sembrado con sus manos, sus saberes, sus esfuerzos y su resistencia.

Desde tiempos ancestrales el maíz ha sido más que sustento, ha sido origen.

Las cosmogonías mesoamericanas nos enseñan que fuimos moldeados con masa de maíz, que nuestros huesos son olotes y que nuestros corazones laten al ritmo de los ciclos de la milpa.

Esta semilla, entregada por los dioses, ha sido cuidada por generaciones que supieron leer la tierra y mirar el cielo, y hoy en medio de desafíos globales esta tradición sigue más que viva, transformándose en alimento, en cultura y en arte.

Dicen que el hombre es de maíz, y yo digo que la tierra y la semilla es de la mujer, y que de ahí nace el hombre de maíz; no al revés.

Es precisamente en este contexto de defensa que resaltamos los avances de la Cuarta Transformación, que ha elevado la lucha por el maíz a una política por la soberanía nacional, el esfuerzo por proteger nuestras variedades nativas, por impulsar a los pequeños y medianos productores, y la firme postura de prohibir el maíz transgénico con fines alimentarios, son acciones concretas que buscan salvaguardar la pureza de nuestra semilla ancestral y garantizar nuestra autosuficiencia.

Esta defensa es la continuación de la resistencia campesina, reconociendo que la soberanía alimentaria es la base de la soberanía nacional.

Por eso, un reconocimiento a nuestra presidenta, la doctora Claudia Sheinbaum, por haber enviado esta iniciativa, que desde el Senado de la República apoyamos.

Antonio Guerra nos invita a recorrer este legado a través del grabado, la litografía, la serigrafía, el dibujo. Su obra es testimonio y tributo. En cada imagen el maíz se convierte en símbolo de origen, de lucha, de mujer de tierra.

En la serie “Hijos del maíz”, el papel hecho con fibras de la planta sagrada, toma la forma de tortillas, convirtiéndose en páginas que cuentan historias, en hojas que alimentan nuestra alma.

Cada trazo, cada textura, cada composición, nos recuerda que el arte también puede ser milpa, milpa fértil, colectiva y resistente.

Esta exposición es también un llamado a mirar con respeto nuestras raíces, a reconocer el papel de las mujeres en la transformación del maíz en alimento, en sustento, defender la tierra que lo nutre y a celebrar la diversidad cultural que brota de esta semilla.

Porque como dice Antonio: “somos mujeres y hombres hechos de maíz, huesos de mazorca y carnes de suave masa”.

Gracias, Antonio, por compartir con nosotros esta visión profunda y valiosa, y gracias a todos y todas ustedes por venir a sembrar su mirada a este campo fértil de imágenes.

Con esta exposición, reafirmamos que el maíz no sólo se cultiva en la tierra, sino que también florece en la memoria, en el arte y en el corazón de nuestro pueblo.

Bienvenidas y bienvenidos a este pueblo de maíz. Porque sin maíz, no hay país.

Muchas gracias

Texto y Fotografía: Cámara de Senadores