Discurso de la presidenta del Senado de la República, Laura Itzel Castillo Juárez, en la Sesión Solemne para conmemorar el Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra la Mujer

Ciudad de México, 25 de noviembre de 2025

Con fundamento en lo dispuesto por el artículo 56, Fracción I, del Reglamento del Senado y en el acuerdo de la Mesa Directiva aprobado el pasado 19 de noviembre, iniciamos la Sesión Solemne para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

La Cámara de Senadores del honorable Congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos, expresa la más cordial bienvenida a la maestra Minerva Citlalli Hernández Mora, secretaria de las Mujeres.

A la magistrada Celia Maya García, presidenta del Tribunal de Disciplina Judicial del Poder Judicial de la Federación.

A la magistrada Mónica Aralí Soto Fregoso del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

A la diputada Anais Burgos Hernández, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputadas y Diputados.

A la doctora Gloria Careaga Pérez, profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, la UNAM. Es un honor recibir su visita.

Asimismo, damos la bienvenida a las demás personalidades que nos honran el día de hoy con su presencia.

Me permito presentar a mis compañeras y compañeros senadores de la Mesa Directiva presentes en esta Sesión Solemne:

La senadora Verónica Noemí Camino Farjat, vicepresidenta; la senadora Mariela Gutiérrez Escalante, secretaria; la senadora Sandra Simey Olvera Bautista, secretaria; también a la senadora Claudia Edith Anaya Mota, secretaria; a la senadora Malú Micher Camarena, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género del Senado de la República.

Compañeras y compañeros, distinguidos invitados e invitadas:

Nos encontramos reunidos el día de hoy para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia en contra de la Mujer, que, como ustedes saben, fue declarado por la Organización de las Naciones Unidas el 17 de diciembre de 1999, para honrar a las hermanas Minerva, Patria y María Teresa Mirabal; tres mujeres activistas asesinadas por orden de Rafael Leónidas Trujillo, exdictador de la República Dominicana.

Este día tiene el propósito de concientizar a toda la población y de implementar acciones que permitan prevenir y erradicar todo tipo de violencias en contra de mujeres y niñas en todo el planeta, por lo que agradecemos su presencia en esta Sesión Solemne, que nos permite mostrar con determinación que, más que nunca, estamos todas y todos unidos trabajando en coordinación para terminar con este terrible flagelo.

Versión estenográfica del discurso final de la presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, Laura Itzel Castillo Juárez en la Sesión Solemne para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

Compañeras y compañeros, senadores y senadoras.

Honorable presídium que se encuentra el día de hoy aquí:

Que nos acompañan las magistradas Celia Maya, Mónica Soto, la doctora Gloria Careaga; la representante de la Suprema Corte de Justicia, Cristina Solano y desde luego, también la diputada Anaí Burgos, que se tuvo que retirar por cuestiones de trabajo, pero desde luego, a nuestra compañera querida la secretaria de las Mujeres, Citlalli Hernández que viene en representación de la presidenta de la república, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, quien ha mostrado, desde luego, pues un compromiso y que el día de hoy en la Mañanera en el marco de este Día Internacional contra la Violencia hacia la Mujer, presentaron una gran propuesta para lo que tendrá que ser la homologación de los Códigos Penales en los distintos estados de la república mexicana.

El 25 de noviembre, Día Internacional de la eliminación de la Violencia contra las Mujeres es un “luto que se repite”. Hace 65 años las mariposas, Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, como lo han dicho las compañeras que me antecedieron, fueron asesinadas y fueron asesinadas por atreverse a alzar la voz cortándoles las alas y, sin embargo, hoy siguen volando dentro de cada una de nosotras, porque cada una de nosotras tiene dentro un aleteo que insiste, que resiste y que no se rinde.

Sin embargo, en los hogares, en los caminos, en las calles las mujeres seguimos siendo asesinadas por el simple hecho de ser mujeres. Y duele, duele cuando una niña aprende demasiado temprano a tener miedo, duele cuando una adolescente deja de soñar porque teme no llegar viva en la noche; duele cuando una mujer es callada, descalificada, golpeada o desaparecida; duele, duele, pero ese dolor también es el que a todas nosotras nos mueve, nos empuja nos hermana, porque una mujer, ni siendo presidenta de la nación deja de ser blanco de violencia por el simple hecho de ser mujer, porque a nosotras nos matan, nos violan, nos humillan, nos desaparecen, nos silencian, nos cuestionan, nos culpan, sólo por el hecho de ser quienes somos.

Por eso, aunque nos llamen “exageradas, sensibles, dramáticas o hasta histéricas”, les decimos:  La verdad es que somos “históricas” por la lucha que damos a diario, porque seguimos y resistimos. Nada nos ha sido regalado, cada derecho ha sido conquistado por quienes nos antecedieron. Somos las hijas, las nietas, las madres, las abuelas y hermanas de todas las que no están.

Venimos de mujeres que sembraron semillas en tierra árida, que nos regalaron sus alas y sus sueños y hoy somos ese bosque que crece.

A veces sentimos que avanzamos pequeños pasos, pero nuestros pasos son muy firmes y eso sí, sin ningún retroceso.

Las hermanas Mirabal se identifican como las mariposas. Este día conmemoramos esa metamorfosis que representa estos bellos seres de la naturaleza que significan esa metamorfosis hacia el vuelo a la libertad por la que todas nosotras, las que estamos aquí presentes, hemos luchado.

Por eso el 25N es un recordatorio de que la violencia contra las mujeres no es normal, sino que es evitable y de que no es privada, es un problema colectivo, es un problema público, un problema social, es un problema de todas y de todos.

Que el Naranja sea un compromiso para unirnos en la eliminación de las violencias contra las mujeres.

Nosotras no pedimos privilegios, exigimos una vida libre de violencia, exigimos libertad, exigimos que ninguna niña tenga que aprender a sobrevivir antes de aprender a jugar, exigimos que ninguna mujer tenga que explicar por qué merece vivir sin violencia.

Porque acompañamos a la presidenta, a la doctora Claudia Sheinbaum en todas sus iniciativas a favor de las mujeres.

Por todas las que están, por todas las que nos faltan, por las que ya no pueden alzar la voz, aquí estamos y no nos vamos a rendir nunca. Hasta que la igualdad se haga costumbre, hasta que ninguna mujer sea asesinada, hasta que las violencias sean sólo un recuerdo del pasado, hasta que todas las violencias sean erradicadas.

Muchas felicidades. Y este es un día de lucha, el 25 de noviembre.

Solicito a todas las personas ponernos de pie para entonar el Himno Nacional.

(Himno Nacional)

SENADORA LAURA ITZEL CASTILLO JUÁREZ: Favor de tomar asiento.

A nombre del Senado de la República, agradecemos la asistencia de las distinguidas personas invitadas que nos han acompañado en esta importante conmemoración.

Solicito a las senadoras y a los senadores integrantes de la Mesa Directiva, se sirvan acompañarles a nuestras invitadas hasta las puertas de este recinto, cuando deseen retirarse.

Asimismo, insto a mis compañeras y a mis compañeros a que permanezcamos en el Salón de Sesiones, para que continuemos con nuestra Sesión Ordinaria.

Se levanta la Sesión Solemne.

Texto y Fotografía: Cámara de Senadores