Cámara de Diputados realizó el foro “Violencia y Racismo contra las mujeres: Una deuda Pendiente”

Ciudad de México, 26 de noviembre de 2025

Llevó a cabo la mesa de diálogo con mujeres afromexicanas y expertas: “El racismo también es violencia”

Participaron diputadas, representantes de la sociedad civil, académica y del Gobierno Federal

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Violencia Contra la Mujer, 25 de noviembre, la Cámara de Diputados llevó a cabo el foro “Violencia y Racismo contra las mujeres: Una deuda Pendiente”, con la participación de diputadas y representantes de la sociedad civil, académica y del gobierno federal.

En el Palacio Legislativo de San Lázaro, durante la mesa de diálogo con mujeres afromexicanas y expertas: “El racismo también es violencia”, la diputada Alma Manuela Higuera Esquer (Morena), secretaria de la Comisión de Igualdad de Género, señaló que las mujeres por siglos han sido discriminadas y sufrido de manera dolorosa el hecho de ser morenas y el racismo se agudiza no solo con las personas afromexicanas, sino se profundiza con las mujeres indígenas en todo su sentido.

Consideró que, en el marco de Día Internacional de la Violencia Contra la Mujer, hablar de la violencia y racismo hacia las mujeres permitirá cerrar esa enorme brecha que se tiene a pesar de todos los avances en cuestiones de género. Recalcó que aún con los avances, no se ha alcanzado deshacer la cultura que ha tenido siempre invisibilizadas a las mujeres. “Es fundamental la norma legal y poder ejercerla”. 

La diputada Rosa María Castro Salinas (Morena), organizadora del evento, estimó que “el racismo es una de las tantas violencias que vivimos las mujeres y las indígenas y las afromexicanas”, pero también la comunidad diversa, las personas con discapacidad y adultas mayores, constantemente están expuestas a esta discriminación, por lo que se pronunció por trabajar para disminuir el racismo hasta eliminarlo. 

Expresó su beneplácito porque en este foro se tengan panelistas que desde la mirada de las propias mujeres afromexicanas, academia e instituciones gubernamentales, compartirán sus experiencias. Afirmó que “no queremos que ninguna mujer sea violentada y tenemos que hacer todo lo que esté en nuestras manos para que así se haga”.

En tanto, la diputada Any Marilú Porras Baylón (Morena) indicó que esta reunión es para reflexionar sobre una realidad que no podemos seguir ignorando, “el racismo también es violencia y cuando se cruza con el género sus efectos son más devastadores”. La presencia de las participantes es fundamental para visibilizar las experiencias, resistencias y propuestas de las mujeres afromexicanas frente al racismo y la violencia.

Precisó que este foro tiene un propósito claro: abrir un diálogo plural y comprometido sobre cómo el racismo institucional, los estereotipos en los medios y las prácticas discriminatorias impactan la vida de las mujeres y cómo se puede transformar esa realidad desde la política pública y la legislación. La violencia no solo se ejerce con golpes o palabras, también se reproduce en imágenes, mensajes y estructuras que perpetúan la desigualdad, precisó.

Panelistas

La directora general de Políticas de Prevención en la Secretaría de las Mujeres, Anabel López Sánchez, señaló que es lamentable que los medios de comunicación han sido una de las principales fuentes que reproducen y normalizan el racismo en México. A lo largo del siglo XX el cine, la publicidad y televisión han construido “imágenes que caricaturizan a las personas negras”.

Por ello, dijo, es necesario regular en el caso de las mujeres afromexicanas el tema de la hipersexualización, el cual tiene un impacto grave en la violencia que se genera en contra de ellas, porque esto genera la cultura de que el cuerpo de las mujeres está al servicio de quienes quieran o puedan utilizarlo. “No podemos permitir que los cuerpos de las mujeres afromexicanas sean hipersexualizadas porque eso también genera violencia”.

María Gabriela Iturralde Nieto, doctora en Antropología, resaltó que el racismo se expresa no solo en ideas o sentimientos, sino también en prácticas concretas, es decir en cosas que hacemos, que pensamos o decimos; por ello, sería importante abatir y desarticular el racismo. Agregó que el racismo institucional es estructural, está en la estructura de la sociedad, en las instituciones como la educación, la iglesia y la religión, en el patriarcado y se reproduce en la familia. 

Es fundamental, añadió, ampliar, extender y profundizar campañas de sensibilización permanentes sobre la existencia del racismo y sus efectos nefastos. Campañas en medios de comunicación y programas que sirvan para llegar a múltiples públicos; “porque si no se hace eso se sigue con los problemas de reproducción eterna de estereotipos que vienen del pasado y dañan la vida de las personas”.

Joseline Morales Pliego, productora y fundadora del Primer Festival Afroiztapalapeño, apuntó que ella pretende visibilizar la existencia de la comunidad afromexicana y quitar el estatus de extranjería, porque se piensa que estas personas son de otro país. Desde el ámbito institucional se requiere mayor apoyo, “porque nuestra manera de vivir el racismo es diferente de cómo la viven las personas de comunidades o pueblos indígenas, nosotros ni siquiera somos reconocidos como personas mexicanas”.

Consideró que todos en algún momento han sido racistas y no porque sean malas personas, el racismo es algo estructural, “ese chip que nos metieron que nos dijeron que lo bonito es lo blanco, eso lo bueno y que hay que estar con una persona blanca para mejorar la raza”.   

Elisa Candela, integrante de la Asociación de Mujeres de la Costa de Oaxaca, aseguró que todas las personas tienen diferentes contextos históricos de cómo se vive la discriminación y el racismo y “en mi caso quise realizar un trabajo sobre el patrimonio cultural afrodescendiente y se me negó realizar este proyecto”. 

Comentó que desde la escuela las y los niños también son discriminados y excluidos por su color de piel, de cabello rizado y estatura. Estimó que falta difusión sobre quiénes son los afromexicanos, cuál es su historia y cómo se ha estado llevando a cabo.

Por último, todas las participantes dieron lectura de manera conjunta a un pronunciamiento en el cual manifestaron que el racismo estructural sigue siendo una forma de violencia que permanece operando en los territorios, profundizando desigualdades que afectan a las mujeres afromexicanas, y esta realidad histórica y sistemática exige voluntad política, acciones afirmativas y un compromiso por parte del Estado y sociedad.  

Denunciaron que la discriminación y el racismo están presentes en los medios de comunicación donde siguen siendo invisibilizadas; por ello, exigieron una representación digna e inclusión de narrativas que reconozcan su existencia y aportes culturales. Asimismo, pidieron que se impulsen alternativas comunitarias, solidarias y de resistencia las cuales garanticen el bienestar colectivo.

Texto, Fotografía y Video: Cámara de Diputados